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El Comité Nacional impugna las ayudas para flotas por olvidarse del gas
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El Comité Nacional impugna las ayudas para flotas por olvidarse del gas

El presupuesto inicial de 174 millones para la renovación de las flotas de transporte de mercancías y viajeros, dejó fuera la posibilidad de la compra de camiones a gas

lunes 17 de enero de 2022, 07:00h

En los últimos días, sobre todo en lo que llevamos de año, el gas natural se está convirtiendo en tendencia. Su precio se ha disparado, incluso por encima del doble de su cotización a finales de 2021, lo que ha provocado que el Sector alce la voz, reclamando amparo para las empresas que apostaron por dicho modo de propulsión a la hora de renovar sus flotas.

Este incremento del precio viene a agravar una situación que ya causaba “un hondo malestar entre las Asociaciones de transportistas”, como declara Fenadismer, pues el Decreto de ayudas que aprobó el Gobierno el pasado mes de noviembre para la renovación de las flotas de transporte tanto de mercancías como de viajeros por carretera, excluía a los camiones de gas natural (comprimido o licuado) del acceso a tales subvenciones.

No se entiende la razón por la que, si las ayudas persiguen reducir las emisiones, no se tienen en cuenta los camiones de gas natural

Así, pese a que el objetivo del Plan de Ayudas, dotado con un presupuesto de 174 millones de euros a gestionar por las Comunidades Autónomas, es reducir las emisiones del Sector del transporte por carretera mediante vehículos nuevos propulsados por energías alternativas bajas en carbono, tanto la adquisición de camiones diésel de última generación como “incomprensiblemente” también los propulsados por gas natural GNL o GNC quedaban fuera, “a diferencia de otros países europeos, sin que se motive en el texto legal los motivos de tal exclusión”.

Ello ha llevado al Comité Nacional de Transporte por Carretera ha impugnar judicialmente el Decreto de ayudas, informan desde Fenadismer, “solicitando asimismo su suspensión cautelar parcial, teniendo en cuenta además la discriminación que supone que la nueva línea de ayudas sí contemple la posibilidad de la compra de autobuses propulsados a gas, cuando éstos desarrollan su actividad principalmente en los ámbitos urbanos, donde se dan los mayores problemas de contaminación”.

Una escalada sin fin


Más del doble cuesta el kilo de gas natural vehicular, un incremento que, además, se ha producido en apenas unos días

Por el contrario, en el Transporte de mercancías “las ayudas únicamente están dirigidas a la adquisición de vehículos eléctricos, cuya oferta en el mercado es aún muy escasa, y limitada para ámbitos locales (como es la recogida de residuos o la distribución de ‘última milla’), así como para la compra de camiones propulsados por hidrógeno, que como reconoció el propio Gobierno en el Plan de Recuperación y Resilencia, “están aún en fase de experimentación”. Esta es la razón por la que la Federación calificó en su momento este Decreto de ayudas para la renovación de vehículos como “futurista”, lo que en la práctica supondrá que las empresas de autobuses y las de recogida de la basura serán las principales beneficiarias, pero no las empresas de transporte por carretera.

¿Energía verde?

Además, “lamentablemente dicha exclusión de la propulsión a gas de los camiones coincide en el tiempo con su consideración como energía verde. La Comisión Europea considera favorable su inclusión, aunque algunos países como España se oponen a ello, posición que Fenadismer “no comparte, ya que transmite un mensaje confuso para el Sector del transporte por carretera, que en los últimos años han venido haciendo una decidida apuesta por las energías alternativas al diésel, adquiriendo vehículos propulsados por gas natural pese a tener un coste mucho más elevado, ya que a día de hoy es la única tecnología de propulsión para el transporte pesado. En la actualidad representan una flota total cercana a los 10.000 camiones en nuestro país”.