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La conducción autónoma, más pronto que tarde
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La conducción autónoma, más pronto que tarde

Una de las sesiones específicas que propuso Atuc como previa a su Congreso Anual, durante la tarde del lunes en Barcelona, versó sobre la llegada de la conducción autónoma al transporte de viajeros, hecho que se constatará, aunque no está claro cuándo

viernes 09 de junio de 2023, 07:00h
La primera ponente en intervenir fue Henriette Cornet, CCAM Thematic Area Leader de UITP, quien reconoció que “la tecnología está, como demuestran los grandes proyectos en marcha en Europa, con 70 vehículos diferentes en 16 ciudades. Hay mucha gente trabajando en común para entender lo que hay que hacer desde todas las ópticas, anticipándose a los posibles requisitos que se harán necesarios para adaptar la normativa a la realidad sobre el terreno”.

Borja López, gerente corporativo del Área de Innovación y Calidad de Avanza, explicó que su compañía ya tiene “pruebas con conducción autónoma. Primero en Málaga, que nos dio una muestra de la relevancia de este tipo de proyectos, y ahora en Zaragoza, avanzando un poco más y pensando en un conjunto de sistemas que incidan también sobre la ciudad, no sólo sobre el vehículo. Nos estamos preparando para cuando llegue la conducción autónoma, porque llegará”.

David Espejo, del Departamento de Vehículos Autónomos de ZF España, detalló la prueba que se lleva a cabo “en Rivium, Rotterdam, con un vehículo sin operador que transporta 3.000 personas diarias durante un recorrido de 1,8 km”, añadiendo que el reto es mejorar para encontrar “una tecnología más robusta para que opere en ámbitos más amplios, en las condiciones más adversas y que responda ante posibles usos indebidos. La legislación va unos pasos por detrás de la tecnología, lo que nos dificulta el proceso, pero lo que hacemos hoy nos servirá para mañana”.

Y el cuarto ponente, Remy Dangla, business manager de EasyMile, aportó la visión de un proveedor de software que ya está en el nivel 4, y que ha desarrollado “400 proyectos con vehículos pequeños, enfocados a una movilidad compartida y pensando en el Level 5, incluso para turismos. Será el futuro a corto plazo, por eso buscamos reducir la distancia entre la tecnología y la regulación, reconociendo su complejidad”. En España participa en pilotos de conducción autónoma en Asturias, la Universidad Autónoma de Madrid o Canarias.

Y Cornet retomó la palabra para, desde su visión internacional, afirmar que “los proyectos miran a aspectos como la tecnología, un mapa abierto que pueda ser utilizado por distintos operadores, la localización, la infraestructura digital y la física, el entorno… Y luego se genera el necesario debate para compatibilizar todo, en las distintas regiones. Es evidente que los fabricantes tienen grandes dificultades para desarrollar vehículos en este momento, por lo que la implicación de las autoridades es básica, ya que el compromiso de la sociedad está ahí, desde el punto de vista ambiental”.

Pronóstico para los próximos años

La gran pregunta es cuándo llegará la conducción autónoma a nuestras ciudades, a las operaciones reales. Cornet vaticina que “la tecnología existe, lo vemos hoy en algunos países, y la inversión está preparada. No estoy preocupada por la aceptación de las personas, pero no tengo claro cuándo podrán estar listos los operadores, los vehículos y, sobre todo, la normativa”.

López considera que “se necesita voluntad por todas las partes, sobre todo por la de la Administración, que tiene que sentar las bases para que el operador pueda desarrollar el servicio. Hay distintas velocidades entre países y regiones porque todavía quedan Administraciones reacias. Innovar requiere un sentido, hay que hacer esfuerzos que aporten un valor”.

Fue Dangla quien fijó más su previsión: “Ya hemos recorrido millones de km en distintos entornos, así que conocemos lo que se puede ir mejorando en varias direcciones. Hace tres años era imposible hacer pronósticos, pero ahora es algo más sencillo, a pesar de que las leyes vayan más despacio. El nivel de seguridad está superado, y estoy seguro de que si una persona salta delante de un vehículo autónomo, éste parará. Puede hacerlo a la velocidad en que se mueven estos vehículos. En 2026 veremos vehículos de seis metros circulando en operaciones urbanas, sin conductor y cumpliendo con todos los requisitos a 14-15 km/h”.