Este tipo de avances llevan ya varios años produciéndose, pero el estudio incide en determinados campos en los que se espera un notable crecimiento. Uno de ellos es la implementación de soluciones IoT para el monitoreo en tiempo real de la temperatura y humedad, mientras que también se espera un importante desarrollo de la tecnología blockchain para el rastreo y trazabilidad de los productos durante toda la cadena de suministro.
Esto se debe a que los consumidores cada vez dan más importancia a la trazabilidad para saber de dónde proceden los productos que adquieren y tener garantía de que la conservación ha sido óptima, de modo que aquellas herramientas que vayan en esta dirección serán uno de los focos a seguir.
Automatización y sostenibilidad
Por otra parte, el observatorio señala que la digitalización aplicada a la automatización jugará también un papel cada vez más importante en el almacenamiento. El despliegue de robots y sistemas autónomos permitirá una mayor eficiencia en la manipulación y el movimiento, mientras que la implementación de sistemas inteligentes promete tener también un notable impacto en la gestión de inventarios, la preparación de pedidos y la gestión de envíos, la calidad y seguridad de los productos almacenados y la seguridad e higiene laboral, así como en la planificación de rutas, la predicción de la demanda y la detección temprana de problemas.
Por último, con una creciente preocupación por la sostenibilidad y la reducción de las emisiones de CO2, se espera también que se haga énfasis en el uso de energías renovables y en la aplicación de medidas que mejoren la eficiencia energética. Cada vez es más común por ejemplo la sustitución de los gases clorofluorocarburos como refrigerantes por soluciones como los gases A2L o la refrigeración por CO2, y las investigaciones aplicadas a nuevas alternativas hacen previsible un profundo cambio en este tipo de tecnologías.