La secretaria incidió en este sentido en la importancia de la colaboración y coordinación entre administraciones locales y estatales, así como de la participación de todos los actores sociales y económicos implicados para desarrollar e implementar políticas que permitan avanzar hacia una nueva movilidad en las zonas rurales: "Esta nueva movilidad debe ser segura, sostenible y conectada, tal y como refleja nuestra Estrategia Española de Movilidad. Debe estar disponible y ser inclusiva y saludable para todas las personas y en todos los territorios y centrarse en los ciudadanos y en sus necesidades diarias de movilidad".
Perspectiva económica, medioambiental y social
Rallo destacó también cómo la cantidad de personas que viven en zonas rurales en España se ha ido reduciendo en los últimos años, algo que se ha ido traduciendo en una menor oferta del transporte público y una mayor dependencia del vehículo privado. No obstante, considera que esto representa un reto contra el que debe lucharse para intentar dotar a todo el territorio de alternativas al coche privado que sean económica, medioambiental y socialmente sostenibles, además de impulsar la digitalización y el uso de otras tecnologías que permiten implementar soluciones innovadoras para la oferta y la demanda.
"Creemos que la movilidad puede desempeñar un papel clave para conectar territorios y ciudadanos, y hacer que las zonas rurales sean más atractivas para vivir" concluyó.