Discurso de apertura del comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, durante el debate plenario sobre vehículos pesados en el Parlamento Europeo, el pasado día 21 de noviembre en Estrasburgo (primera parte)
“Camiones y autobuses y la necesidad de hacerlos de cero emisiones: eso es realmente muy tangible para nuestros ciudadanos. Y, por supuesto, al mismo tiempo, estamos debatiendo este reto en una situación de emergencia climática.
Eso exige responsabilidad en todas nuestras decisiones. Por desgracia, el cambio climático se está produciendo mucho más rápido de lo que temíamos. Está causando daños en toda Europa y, por cierto, también en todos los rincones del mundo.
Y tenemos un nuevo y triste récord con 2023 como el año más cálido jamás registrado, como también lo fue, por cierto, 2022.
Por supuesto, debatimos expedientes climáticos como éste, teniendo en mente los objetivos vinculantes de la Ley Europea del Clima. Todos conocemos los objetivos. Debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, y tenemos que alcanzar la neutralidad climática para 2050.
‘Debemos pasar a un transporte de emisiones cero. Sencillamente, no hay otro camino’
Y voy a repetirlo, es este Parlamento el que ha defendido estos objetivos por todas las razones correctas.
Para alcanzar esos objetivos, el ponente acaba de decirlo: todos los sectores deben poner de su parte. El Transporte no es ni puede ser una excepción.
De hecho, el Transporte requiere una atención especial porque es responsable de casi una cuarta parte, casi una cuarta parte de las emisiones europeas de CO2. Curiosamente, durante mucho tiempo fue el único Sector en el que aumentaban las emisiones.
Así pues, debemos pasar a un transporte de emisiones cero en nuestras autopistas y ciudades. Sencillamente, no hay otro camino.
Una oportunidad para los fabricantes
Pero también me gustaría destacar la otra cara de la moneda: la oportunidad que supone el paso al transporte de emisiones cero. Los fabricantes europeos de camiones y autobuses pueden ser líderes mundiales si establecemos el marco adecuado para que inviertan en lo que, en mi opinión, son las tecnologías del futuro.
En la competencia por la movilidad eléctrica con China, por ejemplo, el estancamiento no es ni puede ser la respuesta: lo es la aceleración de las tecnologías clave en Europa. Aumentar la oferta de camiones y autobuses eléctricos europeos reduce nuestra dependencia de los combustibles fósiles de países volátiles.
La política climática es, podríamos decir, política de seguridad. Y la movilidad de emisiones cero puede ser una movilidad asequible: si salen al mercado más modelos de camiones y autobuses de emisiones cero, entonces sencillamente bajarán los precios.
Para aprovechar esas oportunidades, debemos dar a la industria europea lo único que quiere de nosotros como políticos: claridad. Porque eso significa seguridad en la inversión y significa estabilidad. Si las empresas se embarcan en el viaje de la movilidad limpia, necesitan un punto en el horizonte hacia el que dirigirse.
Me alegro de que el informe del PE confirme la ambición de la Comisión en muchas cuestiones”.
