La hoja de ruta para el desarrollo de las infraestructuras de transporte en Europa va tomando forma, tras el acuerdo alcanzado ayer entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, bajo la presidencia española, para revisar el Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T).
“Impulsar el desarrollo de una red de transporte fiable y de alta calidad que garantice una conectividad sostenible en toda Europa sin interrupciones físicas, cuellos de botella ni eslabones perdidos” es el gran objetivo a lograr, con la vista puesta en “la finalización de las secciones transfronterizas de los Corredores Europeos de Transportes, como el Atlántico y el Mediterráneo”, informan desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
Entre los acuerdos logrados para revisar el reglamento se incluye que el Corredor Mediterráneo recupere su longitud máxima, llegando hasta la frontera con Ucrania, en línea con la posición defendida por nuestro país.
El acuerdo es “ambicioso y realista en sus exigencias técnicas”, afirman desde el Ministerio, y se afrontará por fases: “la red básica deberá estar terminada en 2030, la red básica ampliada en 2040, y la red global en 2050”.
Trenes y barcos
La interoperabilidad ferroviaria se fomentará con el impulso a la electrificación o los sistemas de seguridad (ERTMS), “promoviendo un transporte de mercancías más eficiente y los servicios de autopistas ferroviarias en determinados itinerarios”.
Del mismo modo, en el documento se “reconoce el papel de los puertos y del transporte marítimo de corta distancia con la creación del Espacio Marítimo Europeo, el despliegue de soluciones como los eco-incentivos y garantizando la interconexión con las regiones ultraperiféricas como las islas Canarias”.
Se establecen normas para el despliegue de aparcamientos seguros y áreas de descanso
Por lo que respecta al transporte multimodal de mercancías y viajeros, se favorecerá “mediante el impulso de la conectividad ferroviaria de los aeropuertos o la creación de hubs multimodales en los nodos urbanos”, mientras que, en el ámbito de la carretera, se fijan las necesarias “normas para el despliegue de aparcamientos seguros y áreas de descanso, cumpliendo con el compromiso con el Sector de mejorar la seguridad y condiciones de trabajo”.
Los trabajos sobre el Reglamento proseguirán a nivel técnico para ir plasmando el acuerdo alcanzado, que tiene carácter provisional, a fin de que pueda ser aprobado finalmente por el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo en el menor plazo posible.
