La entente se firmó el pasado mes de octubre, y estaba a expensas de la mencionada aprobación de las autoridades comunitarias. De este modo, Volvo y Renault acometen unidas el “desarrollo, producción y venta de vehículos comerciales ligeros eléctricos, así como la prestación de servicios logísticos”.
Sin problemas de competencia
La Comisión Europea ha manifestado que “la concentración propuesta no plantearía problemas de competencia dada la limitada posición de mercado resultante de la transacción propuesta”.
Pasos previos
Así se comunicó en
primera instancia el acuerdo
De esta manera, las compañías de turismos siguen la misma línea que llevó a las de vehículos industriales a su consolidación hace unos años, aunque conviene recordar que no tienen nada que ver, si operativa ni accionarialmente.
Renault y Volvo toman esta decisión para dar respuesta a la creciente demanda en el segmento de la distribución, para lo que contarán con la participación de CMA CGM y prevén comenzar la producción en 2026, con la base en una colaboración que, si se cumplen sus previsiones, podrían reducir sus costes logísticos hasta en un 30%.