Un total de 14 organizaciones medioambientales y sociales han criticado al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible por no haber creado una Ley de Movilidad Sostenible ambiciosa en España. Aunque están de acuerdo con la neutralidad climática, consideran que se deben explorar otras opciones como el gas natural, los biocombustibles o el hidrógeno. Además, señalan que todos los modos de transporte público son válidos para reducir el uso del coche privado y que se debería ampliar la financiación del transporte público.
Un total de 14 organizaciones medioambientales y sociales, entre las que podemos encontrar a Greenpeace o Ecologistas en Acción, han reprochado al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible el haber desperdiciado “la posibilidad de tener una Ley de Movilidad Sostenible ambiciosa que permita a la ciudadanía tener un sistema multimodal de transporte descarbonizado, eficiente, sostenible, justo e inclusivo en España”.
Son muchas las aportaciones de estas entidades, que han retomado el mismo discurso que emplearon durante la primera tramitación del proyecto de Ley, interrumpida por la convocatoria extraordinaria de Elecciones a mediados del año pasado.
Rafael Barbadillo, presidente de Confebus, ha sido consultado por NEXOBUS.com sobre este particular, afirmando que “en determinados aspectos, podemos estar de acuerdo, como en el caso de la neutralidad climática. No cabe duda del esfuerzo que está haciendo el Sector por descarbonizar su actividad, pero la tecnología no siempre está disponible, a lo que debemos añadir la capacidad financiera de nuestras empresas, son necesarias ayudas al cambio tecnológico. Por eso, es interesante contemplar otras opciones, como el gas natural, los biocombustibles, los motores diésel de última generación o el hidrógeno, cuando esté más desarrollado”.
Por otro lado, Barbadillo ya no está tan en línea con la opinión de terminar con los combustibles fósiles, porque “todavía los necesitamos”, recordando que los combustibles sintéticos o renovables pueden también ser una alternativa viable.
La Ley apuesta por el ferrocarril como modo preferente, aunque el presidente de la Confederación explica que “todos los modos de transporte público son válidos para que el usuario deje el coche privado en casa, por lo que todos deben ser impulsados de la misma manera. No podemos olvidar que la capilaridad y economía del autobús no la puede ofrecer ningún otro modo”.
Y también expresa que los planes de movilidad que deben poner en práctica las empresas más grandes serán un impulso favorable en esta dirección.
La Ley está en marcha y es muy positiva para el Sector, pero “todavía se podría incidir sobre algunos aspectos en los que se puede mejorar, como la ampliación de la financiación a todo el sistema de transporte público” o la renovación del mapa y de las concesiones del Regular: “Si la movilidad es un derecho, las concesiones son el único modo de llevarlo a efecto”, concluye Barbadillo.