En su nuevo Reglamento General de Conductores, la DGT ha anunciado una modificación en la tasa de alcoholemia permitida para conductores profesionales. Con el objetivo de reducir la siniestralidad en las carreteras, se busca impulsar una conducción más segura y responsable. Aunque esta medida aún no ha entrado en vigor, se espera que tenga un impacto positivo en la seguridad vial.
Endurecer las normativas y las sanciones
Una de las imprudencias más comunes al volante es conducir bajo los efectos del alcohol. La DGT ha decidido reducir la tasa de alcohol permitida de 0,15 mg/l a 0,10 mg/l de alcohol por litro de aire espirado en su intento por combatir esta peligrosa práctica.
Conducción más segura y responsable
Parte de una estrategia más amplia para reducir los accidentes de tráfico y, en última instancia, las muertes en las carreteras, es este cambio que impacta principalmente a conductores profesionales como transportistas, taxistas y conductores de VTC.
Espera la DGT que esta medida no solo desanime a los conductores de beber antes de conducir, sino que también ayude a fomentar una cultura de conducción más segura y responsable. Busca que los conductores profesionales sean más conscientes de los riesgos asociados al consumo de alcohol y adopten hábitos de conducción más prudentes al endurecer las normativas y las sanciones.
Fenadismer rechaza la eliminación de dicha exención ya que "en la práctica dificulta la realización de las tareas de reparto en los ámbitos urbanos, en los que el vehículo apenas recorre unos metros para poder hacer la entrega de la mercancía a los clientes finales, como es el caso del reparto de paquetería, la entrega de pedidos de comida a domicilio o el suministro de las bombonas de butano, en los que en muchos casos el recorrido del vehículo es de un portal a otro de la calle, por lo que resulta absolutamente desproporcionado exigir que el transportista tenga que estar permanentemente abrochándose y desabrochándose el cinturón para recorrer apenas unos metros a una velocidad ínfima en la que el riesgo de sufrir lesiones por no llevar el cinturón puesto es inexistente, y lo único que va a contribuir es a imponer miles de multas de forma injustificada".