Los transportistas de contenedores del Puerto de Vigo han lanzado una seria advertencia tras meses de trabajar en condiciones deficitarias. Reunidos el pasado 20 de noviembre, la Mesa de Transportistas de Contenedores, que representa al 70% de las empresas de transporte de contenedores en el puerto, denunció la crítica situación que atraviesa el sector. Con una flota de más de 200 camiones, estas empresas aseguran que, de no implementarse medidas urgentes, podrían verse obligadas a paralizar su actividad.
Un panorama insostenible
El principal motivo de esta crisis radica en los elevados tiempos de espera para la carga en las terminales, que superan las cuatro horas en muchos casos. Este problema, atribuido a la falta de medios suficientes por parte de Termavi, la entidad gestora de las terminales marítimas, no solo reduce drásticamente la cantidad de servicios que cada camión puede realizar al día, sino que también genera pérdidas económicas insostenibles para los transportistas.
Además, los transportistas denuncian que no pueden trasladar a sus clientes el coste mínimo legal por las paralizaciones, lo que en la práctica triplicaría el precio final del servicio en muchos casos. Ante esta realidad, Termavi se ha limitado a hacer promesas de mejora poco concretas, mientras que la Autoridad Portuaria de Vigo se ha mostrado ausente en la búsqueda de soluciones efectivas.
Exigencias inmediatas
La Mesa de Transportistas de Contenedores ha hecho un llamado urgente a las partes implicadas para evitar el colapso total del sector en el corto plazo. Entre sus demandas destacan:
- Incremento de los recursos en las terminales para reducir los tiempos de espera.
- Pago íntegro del coste legal por paralizaciones desde el momento en que el vehículo ingresa al recinto portuario.
- Mayor implicación de la Autoridad Portuaria de Vigo, tomando ejemplo de iniciativas exitosas implementadas en el Port de Barcelona.
Los transportistas advierten que, de no atenderse estas peticiones, el Puerto de Vigo podría enfrentar una grave crisis de capacidad en el transporte de contenedores, afectando tanto a los usuarios como a la sostenibilidad económica de las empresas y transportistas autónomos que dependen de esta actividad.