La Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (FEDGLP) ha reiterado la necesidad urgente de modificar la normativa que regula el precio máximo del GLP envasado. En una reunión mantenida el pasado 31 de enero con el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, la federación destacó que el sector enfrenta una grave crisis de rentabilidad y exige una actualización de los costes de comercialización para garantizar su sostenibilidad.
El sector en una situación crítica
La distribución de bombonas de butano atraviesa una crisis sin precedentes. Desde la FEDGLP advierten que los actuales márgenes económicos han provocado la suspensión intermitente del reparto domiciliario en los últimos meses, lo que afecta a miles de hogares en España, especialmente en zonas rurales e insulares, donde el GLP es la principal fuente de energía.
La normativa vigente, establecida en la Orden IET/389/2015, fija un precio máximo para las bombonas de GLP envasado sin considerar el aumento de los costes operativos de los distribuidores. Entre los factores que han encarecido la prestación del servicio, la federación destaca:
- Aumento del precio del transporte y almacenamiento.
- Impacto de la inflación en los costes laborales.
- Exigencias regulatorias que han incrementado los gastos administrativos.
Según la FEDGLP, sin una adecuación justa y equitativa de los precios regulados, el sector se verá obligado a operar en condiciones insostenibles, comprometiendo el suministro de un servicio esencial.
Advertencia de medidas drásticas si no se alcanza un acuerdo
La federación ha anunciado que, en caso de no lograrse una solución efectiva, en la Asamblea General de finales de febrero se valorará la posibilidad de adoptar medidas de presión, incluyendo la suspensión indefinida del reparto domiciliario.
Desde la FEDGLP subrayan que esta opción no es deseada por los distribuidores, pero se tornará inevitable si la Administración no implementa una reforma que garantice la sostenibilidad del sector.
Revisión de la normativa: una actualización insuficiente
Coincidiendo con el primer día de suspensión del servicio, se publicó un borrador de modificación de la Orden IET/389/2015, que por primera vez en diez años introducía cambios en la regulación. Sin embargo, la federación ha señalado que la propuesta está muy por debajo de las necesidades reales del sector.
Para que el reparto de bombonas sea viable, la FEDGLP insiste en que las agencias deberían recibir una retribución mínima de 4,80 euros por unidad, muy superior al incremento de 0,01 euros por botella aplicado en 2024.
Un servicio esencial para miles de hogares
El sector de distribución de GLP desempeña un papel clave en la sociedad, especialmente en comunidades donde no existen alternativas energéticas viables. La actualización de la normativa no solo garantizaría la rentabilidad del servicio, sino que también permitiría:
- Mejorar la capilaridad de la distribución, evitando problemas de suministro en zonas remotas.
- Renovar la flota de reparto, reduciendo su impacto ambiental y alineándola con las Zonas de Bajas Emisiones.
- Garantizar la calidad y seguridad del servicio, a través de una adecuada formación de los trabajadores y la digitalización de la cadena de valor.
Desde la federación recuerdan que el Gobierno, a través del Real Decreto-Ley 11/2022, congeló el precio de la bombona en 19,55 euros, convirtiendo a España en el país con el GLP envasado más barato de Europa. Sin embargo, esta medida no ha ido acompañada de una actualización en la retribución de los distribuidores, lo que ha agravado la crisis en el sector.