La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) participó en Bruselas en el Diálogo de Implementación sobre Movilidad Laboral Justa de la Comisión Europea, donde expuso propuestas para simplificar la aplicación de las normas laborales de la UE y garantizar una fuerza laboral sostenible en el sector. El encuentro, presidido por la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Roxana Mînzatu, reunió a Estados miembros e interlocutores sociales para preparar el futuro paquete de movilidad laboral justa previsto para 2026.
Escasez de conductores y necesidad de atraer talento
En representación de los operadores de transporte por carretera, que emplean a más de cinco millones de conductores en Europa, IRU alertó de la grave falta de personal, con casi 500.000 vacantes sin cubrir y una plantilla en la que la edad media ronda los 50 años, mientras que menos del 5 % son menores de 25. “Sin conductores, el sistema se detiene”, advirtió la directora de IRU EU, Raluca Marian, que subrayó que el transporte por carretera mueve el 75 % de la carga terrestre en Europa y es clave en la movilidad de pasajeros.
Propuestas para un marco laboral más justo
IRU destacó la importancia de reforzar el mandato de la Autoridad Laboral Europea y de garantizar la correcta aplicación de las normas del paquete de movilidad también a los vehículos comerciales ligeros. Además, pidió la creación de una calculadora europea para la remuneración de conductores desplazados, mejoras en las herramientas digitales para operaciones transfronterizas e igualdad de derechos para conductores de la UE y de terceros países.
La organización también reclamó mayor claridad jurídica en materia de seguridad social, con normas armonizadas y predecibles que permitan a trabajadores y empresas operar con confianza. IRU seguirá colaborando con la Comisión Europea, los sindicatos y la Autoridad Laboral Europea en la elaboración de pautas conjuntas de aplicación y en una solución negociada sobre la igualdad de derechos.
A través de reformas prácticas y diálogo social, Europa puede construir un sector del transporte por carretera más atractivo, inclusivo y preparado para el futuro.