Primero la familia Cosmen intentó adquirir la compañía, lo que fracasó. Posteriormente defendió la opción de fusionarse con Stagecoach, pero los primeros intentos por esa línea tampoco llegaron a buen puerto. Finalmente el Consejo aprobó una ampliación de capital de 360 millones de libras (399 millones de euros) para reducir la deuda de National Express, medida que no gustó a los Cosmen, que consideran que, pese a que el problema de la deuda es importante, es menor que otros como la falta de una estrategia definida o la ausencia de un consejero delegado desde hace meses.
Según publican diversos medios financieros, los Cosmen se plantean no acudir a la ampliación de capital. El próximo viernes se celebra una junta de accionistas en la que se conocerá si la familia asturiana acude o no a la ronda de financiación.
Pese a ello, la familia ha optado por incrementar su participación en National Express, asegurando que dicho incremento "subraya el compromiso a largo plazo" del primer accionista con la compañía, que explota líneas de ferrocarril y autobús en Reino Unido, España y Estados Unidos.