Pese a este descenso, todavía son muchos los conductores que conducen después de haber ingerido alcohol, tal y como demuestran los resultados anuales de las pruebas de alcoholemia realizadas por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
De los 1.975 conductores denunciados durante la semana de campaña, 1.725 han sido detectados en controles preventivos, 104 en controles tras cometer una infracción, otros 138 tras haber sufrido o causado un accidente y ocho por síntomas evidentes de ingesta de alcohol. Asimismo, a 1.627 conductores se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa, mientras que a los 348 restantes se les han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 mlgr/l en aire espirado. Además, contra otros ocho conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.
Las pruebas se han realizado tanto en horario nocturno como en horas del mediodía, con el fin de que los controles fueran disuasorios de ingestión de bebidas alcohólicas durante las típicas comidas que son propias de este mes.
Además de los controles realizados por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, algunos Ayuntamientos con más de 25.000 habitantes y las Comunidades Autónomas de Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias, se han sumado a la campaña realizando controles en sus respectivos municipios y comunidades.