Este verdadero reto que comunica Europa con Dakar, en Senegal, a través de Marruecos y Mauritania, se ha convertido en un rally que se rige por valores como la simpleza, la hospitalidad y la autenticidad. La carrera finaliza a orillas del mítico Lago Rosa el próximo día 9 de enero.
Elisabete Jacinto, en compañía de José Marques y Marco Cochinho, se ha convertido en una fuerte candidata a la victoria absoluta en la categoría de camiones, en la que tiene como principal rival al checo Tomaz Tomceck, a los mandos de un Tatra. Además del ganador del Dakar en su edición 1995, también están en la lucha por el podio el húngaro Milos Kovacs, con Scania, que se proclamó vencedor en la pasada edición de la carrera.
Dura competencia
Grandes figuras de la competición toman parte en el evento, como es el caso de los franceses Jean Louis Schlesser y Hubert Auriol, aunque Elisabete Jacinto reconoce que "esta es la gran cita para la que trabajamos durante todo el año. Siento que estoy preparada y que el desarrollo del equipo ha preparado nuestro MAN TGS de forma excelente. Intentaré luchar por una buena posición, pero nos enfrentamos a muy duros competidores", declaraba poco antes de la salida del Rally.
En cualquier caso, las cosas ruedan bien para la piloto portuguesa, a pesar de que la séptima etapa, disputada ayer entre las localidades mauritanas de Boulanouar y Guel Agantour, no fue la mejor para ella, pues perdió casi una hora de tiempo, y con eso el liderato. Ahora, Jacinto está colocada en la segunda posición de la general provisional, a una diferencia de casi 44 minutos sobre su predecesor, Tomaz Tomceck, y con más de cinco horas de ventaja sobre el tercer clasificado, el belga Noel Essers, también con MAN.