La compañía ha explicado, a través de una nota de prensa, que su producto Aquatarder utiliza el agente refrigerante del motor como medio de funcionamiento. El mantenimiento de esta tecnología es "totalmente libre" y los profesionales pueden ahorrar por año entre seis y 12 litros de aceite. Lo que consigue, según los ingenieros de Voith, reducir el consumo de carburante y actuar en pro del medio ambiente. Es decir, se trata de "una tecnología de preservación de recursos que combina las ventajas económicas y ecológicas". Lo que se traduce en "mayor seguridad, menos costes de operación, menos paradas en el taller y menos emisiones de CO2".
Con los retardadores de Voith, los profesionales del transporte pueden realizar hasta un 90% del total de las operaciones de frenado, según ha detallado los responsables de la compañía, que han añadido que con esto se consigue una mayor protección de los revestimientos de los frenos, un 80% menos de polvo de frenado y una mayor duración de las pastillas de freno.
Esta tecnología de Voith está diseñada, principalmente, para camiones de reparto y vehículos de obras de construcción, pero también "puede ser utilizado en viajes de larga distancia, como por ejemplo en el depósito y transporte del silo, donde el peso es crítico", según ha informado la compañía.