El presidente de Scania, Martin Lundstedt ha asegurado, que a pesar de esta reducción, el flujo del efectivo, de enero a septiembre, ha crecido, tanto en vehículos como en servicios, hasta los 253 millones de euros. Lundstedt ha reconocido que la caída de los beneficios, en casi un 30% con respecto al año 2011, se debe a "un menor volumen de vehículos, debido a la reducción de la cartera de pedidos, un descenso en la utilización de la capacidad y un nivel mayor de los costes".
Las perspectivas de futuro 'son buenas'
Martin Lundstedt ha explicado que, durante los primeros nueve meses de 2012, los mercados europeos se han caracterizado por una bajada de la actividad y "una indecisión general de los clientes a la hora de invertir en vehículos nuevos, a pesar de la necesidad de sustituir las flotas, provocada por unos niveles menores de entrega de vehículos en los últimos años".
Por su parte, el mercado brasileño también ha visto como sus niveles de ventas han disminuido "como consecuencia del paso de la normativa Euro 5 a la Euro 6 y por la difícil situación económica". Sin embargo, las ganancias se han visto favorecidas, al final del trimestre, "gracias a la entrada de amplios subsidios que han permitido el crecimiento de los pedidos". Mientras, el mercado en Rusia ha mantenido sus buenos niveles, el de Oriente Medio ha descendido, "con unas perspectivas de futuro inciertas".
El presidente de Scania ha reconocido que las perspectivas a corto plazo "son muy difíciles de planificar", lo que obliga a mayores exigencias de flexibilidad del volumen y control de costes. Mientras, a largo plazo, Scania advierte "buenas posibilidades de crecimiento, gracias a la inversión en proyectos de desarrollo y la expansión de la capacidad de producción técnica de vehículos".