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Astic defiende que 'ninguna asociación patronal pretende traspasar la responsabilidad a los conductores, tal y como señaló CCOO'

viernes 18 de enero de 2013, 01:00h

Astic ha querido contestar a las declaraciones emitidas por CCOO, a través de una nota, en la que denunciaba que las patronales del transporte pretenden que los conductores paguen las multas del tacógrafo (ver NEXOTRANS.com del 15 de Enero).

Astic se ha pronunciado sobre las declaraciones realizadas por CCOO sobre las responsabilidad del conductor.
Astic se ha pronunciado sobre las declaraciones realizadas por CCOO sobre las responsabilidad del conductor.

Para la Asociación Internacional del Transporte por Carretera la nota de CCOO "es claramente errónea, ya que ni Astic, ni ninguna asociación patronal, que sepamos, han pretendido nunca que la responsabilidad general por las infracciones de tacógrafo o de tiempos de conducción y descanso se atribuya automáticamente a los conductores".

Sin embargo esta asociación y otras organizaciones del Comité Nacional "sí defienden que en determinados casos y para determinadas infracciones en los que pueda demostrarse que el conductor ha sido convenientemente formado para el cumplimiento de las normas y que actúa en contra de una instrucción expresa del empleador sea él y no el empleador el que tenga que sufrir las consecuencias del incumplimiento". Ya que, en la práctica del transporte internacional "los conductores, sobre todo los de larga distancia, actúan con un elevado grado de independencia y, por la lejanía, lejos del ámbito de control del empleador. Permitirles una absoluta impunidad sobre las infracciones que cometen contribuye a privar a la norma de su efectividad disuasoria, lo que va en contra precisamente de la seguridad de los conductores, los primeros interesados, pero también de la de los otros usuarios de la carretera".

En este sentido, para Astic, "la inmunidad absoluta de los conductores, además, les permite en determinadas ocasiones, y por motivos de enfrentamientos al interno de la empresa cometer esas infracciones con la única intención de perjudicarla. No queremos decir que sea una práctica absolutamente generalizada pero sí lo suficientemente grave para poner en peligro, además de la seguridad en carretera y de los conductores, las relaciones internas de la empresa y en ocasiones la propia viabilidad de una empresa con conductores asalariados".

Para ello, Astic defiende, entre otros aspectos, que "la empresa extremara las medidas de formación y documentara sus comunicaciones con los conductores y distinguiría las empresas más cuidadosas con el cumplimiento de la normativa con respecto a las otras. Y constituiría a los conductores en verdaderos vigilantes del cumplimiento de la normativa, mejorando su eficacia y en beneficio de todos". Y es que, Astic "en ningún caso defiende a las empresas que voluntariamente imponen a sus conductores el incumplimiento de la normativa, ni pretende eximirlas de sanción. Pero considera que los sindicatos tampoco deberían hacerlo con respecto a los trabajadores que hacen lo mismo, incumpliendo órdenes expresas de la empresa, ya sea por volver antes a casa o con la intención de producirle problemas. Ambas actuaciones deben ser tratadas con el máximo rigor".