El fabricante rumano de automóviles Dacia, perteneciente al grupo francés Renault, se ha visto obligado a suspender la producción en su planta rumana de Mioveni, por una huelga, que, según la empresa, tiene carácter "ilegal". A los trabajadores que abandonaron sus puestos se les descontará del salario el tiempo en que se ausentaron.
Dacia explica en un comunicado que el miércoles, cientos de empleados de la fábrica abandonaron sus puestos de trabajo, y destacó que el 80% de la plantilla decidió seguir adelante con su labor, "para cumplir con los compromisos con los clientes". La empresa puntualiza que a los trabajadores que abandonaron sus puestos se les descontará del salario el tiempo en que se ausentaron. Además, Dacia ha remitido una notificación al sindicato SAD en la que advierte de la ilegalidad de la protesta.
Según medios locales citados por la agencia Reuters, el origen de esta huelga está en las negociaciones sobre el convenio de la factoría y el correspondiente incremento salarial. Así, los representantes de los trabajadores piden una subida del 25%. El salario medio en Dacia se sitúa en 3.700 lei mensuales, equivalente a unos 837 euros, mientras que la retribución media en Rumanía es de 2.100 lei (475 euros).
