www.nexotrans.com

La Comisión Europea analiza el impacto y la legalidad de la norma alemana sobre el salario mínimo interprofesional

El organismo ha confirmado la apertura, el pasado 21 de enero, de un procedimiento contra el país germano

jueves 29 de enero de 2015, 01:00h
El nuevo salario mínimo interprofesional alemán debe ser respetado por todos los sectores, incluidos los servicios de transporte por carretera prestado por empresas extranjeras.
El nuevo salario mínimo interprofesional alemán debe ser respetado por todos los sectores, incluidos los servicios de transporte por carretera prestado por empresas extranjeras.

El pasado mes de diciembre las asociaciones nacionales que componen el Comité Nacional de Transporte por Carretera solicitaron por escrito a la ministra de Fomento, Ana Pastor, su intervención ante la UE en defensa de los intereses de las empresas españolas que realizan transporte internacional, como consecuencia de actuaciones unilaterales como la aprobada recientemente en Alemania relativa al cumplimiento del salario mínimo.

A ésta se suman las decisiones tomadas anteriormente por Bélgica y Francia relativas a la prohibición de descanso en cabina, que tienen como efecto "atentar contra el principio fundamental establecido en el Tratado de la Unión sobre la libre circulación de personas y mercancías", señalan desde Fenadismer.

En tal sentido, el Ministerio de Fomento a través del embajador representante adjunto ante la Unión Europea planteó dicha cuestión la semana pasada ante los directores generales de Transporte y Mercado Interior de la Comisión Europea, alertando sobre las consecuencias de la aprobación unilateral de dichas medidas y la necesidad de una defensa efectiva del Mercado Interior.

En respuesta a dicho planteamiento, la Comisión Europea ha confirmado la apertura el pasado 21 de enero de un procedimiento contra Alemania para estudiar el impacto y ámbito de aplicación de dicha medida así como su compatibilidad con la reglamentación europea, estando previsto que la comisaria de Transportes se reúna con las autoridades alemanas a lo largo de esta semana.

Para poder argumentar dicho procedimiento europeo contra la normativa alemana, el Ministerio de Fomento ha solicitado a las asociaciones de transportistas que le remitan toda la información que sea posible sobre las pérdidas económicas que dicha medida puede estar suponiendo a las empresas transportistas que circulen por Alemania.

Desde Fenadismer se ha puesto a disposición de todas las empresas transportistas españolas que deseen aportar información al respecto nuestra red de asociaciones territoriales o bien a través de nuestro buzón de internet [email protected].

Antecedentes del caso alemán

El pasado 1 de enero entró en vigor la Ley aprobada por el Parlamento alemán por la que se regula por primera vez el salario mínimo interprofesional, estableciéndolo en 8,50 euros/hora, lo que debe ser aplicado todos los sectores de actividad, incluidos los servicios de transporte por carretera que discurran por territorio alemán prestados por empresas extranjeras.

Dicha norma obliga a las empresas a documentar en alemán toda la planificación de la actividad laboral de sus conductores y notificarla a las autoridades alemanas antes de realizar cualquier servicio de transporte, debiendo conservar dicha documentación a disposición de los servicios aduaneros durante al menos dos años para su inspección y verificación.

Ello motivó a la eurodiputada española, Izaskun Bilbao Barandica, a plantear una pregunta parlamentaria a la Comisión Europea, en la que denuncia que la nueva regulación alemana impone "onerosas cargas y requisitos burocráticos a las empresas de transporte que quieran operar allí", por lo que solicita que la Comisión Europea estudie "la compatibilidad de esta norma con los principios de competencia y libertad de movimiento de bienes y servicios que caracteriza el espacio comunitario", instando asimismo a que se retrase la entrada en vigor de dicha norma.

No obstante, la eurodiputada española comparte la necesidad de limitar mediante este tipo de medidas el dumping social, instando a que se promueva una norma europea que persiga estos fines ya que a su juicio "el intento no tendrá éxito si se articula mediante iniciativas unilaterales como las adoptadas, por ejemplo, por Bélgica, Francia y ahora por Alemania".