La compra en España a través de los supermercados online supone un mercado potencial de más de 10.000 millones de euros, aunque no está siendo explotado al 100% por los consumidores que mantienen la costumre de acudir al supermercado de forma semanal.
A pesar de que este tipo de venta no está muy extendida todavía entre la población española, la compra de bienes de consumo a través de los supermercados online crece "a paso lento pero seguro". Según un estudio de la consultora Emnos, cerca del 20% de la compra de alimentación puede ser anticipada en productos, cantidades y periodicidad, y por tanto, podría ser automatizada. Este hecho ahorraría al consumidor los desplazamientos hasta los supermercados: los productos serían enviados de forma automática al domicilio.
El volumen de negocio de la venta de productos online podría llegar a mover más de 10.000 millones de euros en España y, además, provocaría un cambio en la forma en la que los consumidores previsiblemente se relacionarán con los supermercados y las marcas. De esta forma, los clientes entrarían en un proceso de fidelización entre el distribuidor y las marcas al dejar de lado la búsqueda continua del precio más bajo.
Arma de doble filo
Debido al carácter automático de la reposición de estos productos en los hogares, las marcas tendrían más dificultades para hacer llegar sus innovaciones a los clientes, que reducirán sus visitas al supermercado hasta convertir este hábito en algo "opcional, o cuanto menos, enfocado a la conveniencia".
