Se utilizan autobuses de la flota de TMB para analizar si los espacios reservados a personas con movilidad reducida son adecuados para las características de los scooters
En la cochera del Triangle se están haciendo estos días las pruebas y las medidas que servirán de base para la regulación del acceso seguro de scooters de movilidad en los autobuses urbanos que prepara la Generalitat para llenar el vacío actual, ya que los reglamentos de viajeros se refieren únicamente a las condiciones de acceso de las sillas de ruedas.
Las pruebas representan, pues, el primer paso práctico de un trabajo conjunto iniciado por TMB, el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad de Barcelona y el Área de Promoción de la Accesibilidad y Supresión de Barreras de la Dirección General de Igualdad , organismo del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. Cuentan además con la colaboración de la Oficina de Accesibilidad de la Diputación de Barcelona y de fabricantes de scooters.
Colaboraciones
Con el
material cedido por los fabricantes y con los técnicos de los organismos implicados, se están midiendo dimensiones y pesos, comprobando la estabilidad y la maniobrabilidad de los diferentes modelos de scooter que hay en el mercado. También se utilizan autobuses de la flota de TMB para analizar si los espacios reservados a personas con movilidad reducida son adecuados para las características de estos vehículos, alternativos a las sillas de ruedas.
Las pruebas que se están haciendo en el Triangle deben servir para proporcionar una base objetiva de características técnicas para la homologación y regulación oficial del acceso de scooters a los autobuses urbanos en condiciones de máxima seguridad para el conjunto de los pasajeros.
Esta normativa formaría parte del reglamento de la ley catalana de accesibilidad del 2014, que es competencia de la Generalitat, a través del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias.
