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Uber ha decidido pasarse también al transporte de mercancías.
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Uber ha decidido pasarse también al transporte de mercancías.

La ‘economía colaborativa’ es un sinónimo de economía sumergida

CIAE pide al gobierno que siga los pasos de Bélgica, Italia y Francia, y tome medidas contra la economía sumergida

miércoles 01 de febrero de 2017, 07:00h
“Poco a poco algunos países empiezan a reaccionar ante el oscurantismo y la ilegalidad de la mal llamada economía colaborativa cuyos máximos exponentes son Uber, Blablacar y Airbnb, empresas que pagan en nuestro país únicamente por actividades de promoción y marketing que, además, cargan a sus matrices. Estas grandes multinacionales han sido condenadas por varios tribunales internacionales, un tribunal de Londres consideró que los chóferes de Uber son asalariados a todos los efectos, según la ley, lo contrario de lo que hace Uber para quien los chóferes son falsos autónomos'', indican desde la Confederación de autónomos CIAE.

Uber o Blablacar pagan en nuestro país únicamente por actividades de promoción y marketing

“Siguiendo los pasos de Italia y Francia (nuestros vecinos obligan a los agentes de la economía colaborativa a cotizar a la seguridad social) el último país en reaccionar ha sido Bélgica estableciendo que los ingresos proporcionados por los consumidores a las plataformas Uber, BlaBlaCar, Airbnb, y otras, estarán sometidos a una retención fiscal a partir del próximo mes de marzo. La retención será del 10% del importe bruto devengado y se carga sobre cada ingreso pagado a estas empresas destructoras de la economía productiva”, añadiendo que “la multinacional Uber, un gigante valorado en unos 40.000 millones de dólares, actúa al más puro estilo de economía sumergida porque no está sujeta a las habituales estrictas normas locales de licencias, seguros de viaje y seguridad lo que les permite tirar los precios y hundir a los profesionales del Sector”.

Requerimiento

Por eso, CIAE (Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español) pide al gobierno que siga los pasos de Bélgica, Italia y Francia, y actúe contra la economía sumergida para que no puedan valerse de la competencia desleal, desestabilizando a los sectores de autónomos profesionales y pequeñas empresas que cumplen con todos los requisitos legales y de compromiso con el país donde trabajan y tributan.