Asimismo, promovió el pasado verano una reforma “exprés” de la norma foral que regula los citados peajes, que ha sido tramitada por vía de urgencia a fin de tratar de sortear un posible fallo en contra del Tribunal Supremo ante la proximidad de las elecciones el próximo mes de Mayo, y que ha sido finalmente aprobada el pasado 7 de noviembre en las Juntas Generales de Guipúzcoa.
La reforma legal aprobada, que ha sido publicada en el Boletín Oficial de Guipúzcoa este lunes, pasa por establecer dos nuevos pórticos de control del pago del peaje (en Astigarraga y en Andoaín), y a fin de tratar de camuflar el carácter discriminatorio de la actual regulación del peaje, amplía levemente el tramo sujeto a cobro, en concreto 3,1 kilómetros más en el caso de la N-1.
La nueva reforma aprobada es 'chapucera e ilegal'
Fenadismer califica de “chapucera e ilegal” la reforma aprobada. Así, por lo que se refiere a su fecha de aplicación, la norma entra en contradicción, creando una situación de inseguridad jurídica para los transportistas afectados. Además, según declara Fenadismer, “es especialmente grave que la nueva norma foral haya sido aprobada sin contar con el informe previo de la Comisión Europea que exigen las Directivas europeas en materia de infraestructuras, lo que supondría una clara vulneración de la normativa comunitaria”.
La asociación planteó al resto de organizaciones nacionales de transportistas, en la reunión que se celebró ayer, llevar a cabo todas las actuaciones administrativas y judiciales, tanto a nivel nacional como europeo, para tratar de impedir la entrada en vigor de la nueva reforma de los peajes guipuzcoanos aprobada.