Como resultado, se han dejado de emitir 240.373 toneladas de CO2 a la atmósfera, y se han ahorrado 819.950 barriles Brent (130.372.060 litros de petróleo).
La naturaleza tarda más de mil años en degradar los neumáticos usados, por lo que crean un grave problema medioambiental. En España, cada año se consumen más de 35 millones de neumáticos nuevos, que posteriormente habrá que reciclar.
TNU vuelve a poner en carretera uno de cada cuatro neumáticos que recoge. En cuanto a los neumáticos que no se pueden reciclar ni se renuevan se utilizan como combustible para hornos de cemento, lo que supone un considerable ahorro energético.
De los neumáticos reciclados, el 40% se recicla mediante valorización material, por ejemplo para recuperación de materiales, convirtiéndolos en superficies para campos de juego, césped artificial, acero de primera calidad, aislantes para viviendas, etc.