Huete arrancó su intervención advirtiendo a los gestores de transporte reunidos en el Palacio de Congresos de Lérida que las cosas no se volverán más fáciles con el paso del tiempo. "Lo que se nos viene encima es más complejidad". Por lo mismo, continuó, se hace cada vez más indispensable "integrar perspectivas distintas para crear un enfoque de trabajo conjunto". O sea, colaborar.
"Si cambia la industria más que tu empresa, estás acelerando su proceso de destrucción", continuó Huete. Para darle vida a un negocio, éste debe avanzar en paralelo o por encima del mercado, lo que requiere de tres personajes clave: El artista, el gestor y el emprendedor. Mientras que el primero es un apasionado de su trabajo, el segundo es capaz de crear procesos y dar continuidad a los temas, y el tercero aporta su capacidad de visionar hacia dónde va el mercado y cuáles serán sus necesidades. "Un negocio, para innovar, necesita de la integración de los tres", resumió Huete. "Se debe evitar que el tipo de gestión que hacéis lleve a los artistas y a los emprendedores a no querer seguir trabajando en vuestras empresas", continuó. Al final, de lo que se trata es de integrar distintas perspectivas para "hacer cosas".
Una marca, un amigo
Además, conviene no olvidar que los clientes establecen lazos afectivos con las marcas y buscan elementos en común. Ya no es el grande el que gana al más pequeño, triunfa el que sabe escuchar y ser más rápido. Y en el caso del transporte urbano, una de las cosas que se espera es información. Así el panorama, toca entrar de lleno en el nuevo escenario que plantea Internet, una tecnología que puede cambiar las reglas del juego en muy poco tiempo.
Por otro lado, se hará necesario reinventar las ciudades, requiriendo de los gestores "un esfuerzo de adaptabilidad y un nivel de innovación tremendos". La clave, nuevamente, está en la integración interna: Crear equipos diversos de personas distintas como la manera de ser "todo lo brillante que se puede llegar a ser".