Su principal administrador, Óscar Saenz de Urturi, que lleva más de 40 años en la compañía, cifra en 240 el número de reparaciones de vehículos especiales nuevos efectuadas el año pasado en el mercado español, que se traducen en una facturación de 4,6 millones de euros. Sin embargo, “y aunque es difícil de prever, esperamos que el volumen de 2021 sea algo inferior”.
Al respecto de las características de su producción, Saenz de Urturi apunta que “nuestro producto continúa siendo la carrocería para autobuses urbanos de Clase I, en colaboración con MAN”, adelantando que “las novedades que puedan llegar vendrán derivadas de los nuevos buses híbridos y eléctricos”. En este sentido, “apoyaremos con nuestros recursos las medidas que MAN tome en relación con las nuevas alternativas híbridas y/o eléctricas, u otras nuevas que se puedan desarrollar en el futuro”, confirma.
Nuevo escenario
“Nos hemos adaptado” al coronavirus “siguiendo las indicaciones sanitarias”, afirma el dirigente de Burillo, añadiendo que “en fabricación no hemos variado las líneas, puesto que el personal se ha repartido en espacios y horarios diferentes, pero en cuanto a comercialización y atención al cliente, han sido las nuevas tecnologías y las videoconferencias el medio habitual, evitando la presencia física del cliente en la mayoría de las ocasiones”.
'Apoyaremos con nuestros recursos las medidas que MAN tome en relación con las nuevas alternativas híbridas y/o eléctricas'
Hay que afrontar el futuro, sobre el que Saenz de Urturi reconoce que el nuevo escenario que se dibuja “no nos perjudica demasiado, porque nuestro segmento más fuerte es el urbano y seguimos apostando por él. Ahora bien, el segmento del interurbano/turístico a corto y medio plazo es casi imposible que funcione, habiendo sufrido cifras de ventas mínimas o nulas. Será muy complicada la recuperación de ese segmento”, apostillando que, “desde nuestra posición, no contemplamos” posibles fusiones entre empresas.
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