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Empresas por la Movilidad Sostenible se une al Pacto Verde

Establece una hoja de ruta para que el transporte por carretera alcance la neutralidad de emisiones en 2050

viernes 01 de octubre de 2021, 07:00h
Ramón Valdivia y May López.
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Ramón Valdivia y May López.
La plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible ha firmado esta mañana el Green Compact (Pacto Verde) de la Organización Internacional de Transporte por Carretera (IRU), que en España está promoviendo la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), miembro de pleno derecho IRU desde 1960.

ASTIC está abanderando en España la difusión de este Pacto Verde con el objetivo de conseguir que operadores de transporte y logística, asociaciones y organizaciones del sector de nuestro país se adhieran a él. IRU lo lanzó en mayo como una hoja de ruta que propone medidas de actuación y un calendario concreto para que el sector del transporte por carretera a nivel mundial consiga la neutralidad de emisiones en 2050, ahorrando anualmente, al menos, 3.000 millones de toneladas de emisiones de CO2.

ASTIC está abanderando en España la difusión de este Pacto Verde

«El transporte por carretera, tanto de mercancías como de pasajeros, es una actividad esencial de la que depende la economía, el desarrollo y el bienestar de cualquier sociedad. Garantizar su sostenibilidad económica, social y ambiental es clave. Por ello, nos sumamos al Green Compact ya que, además de compartir sus compromisos e ir en línea con el Pacto por la Movilidad Sostenible, entendemos que aunar fuerzas será clave para la consecución de los objetivos», explica May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible.

Por su parte, Ramón Valdivia, director general de ASTIC, explica que «supone una gran satisfacción que EMS, un potente foro de networking y una plataforma promotora de la movilidad sostenible que está acompañando a grandes empresas de nuestro país en su lucha contra el cambio climático, se adhiera al Pacto Verde que, en nombre de IRU, estamos promoviendo en España. Creo que trabajar con una hoja de ruta compartida es, quizás, la solución para afrontar realmente el problema de la neutralidad de emisiones en el transporte pesado de carretera».

Los pilares del Pacto Verde de IRU son el uso creciente de combustibles bajos y nulos en carbono; procesos logísticos más eficientes gracias a la utilización de camiones ecológicos, que transportan más mercancías que las combinaciones de vehículos estándar; la promoción del transporte colectivo de pasajeros; vehículos energéticamente más eficientes y ciclos de renovación más cortos, así como formación específica para mejorar las técnicas de conducción eficiente de los transportistas.

Actualmente existen unos 65 millones de camiones que mueven personas y mercancías por todos los rincones del mundo (en 2050 se prevé que esta cifra ascienda a 80 millones); casi todos ellos alimentados con gasóleo. En este contexto, el Pacto Verde prevé que los combustibles bajos y nulos en carbono reduzcan las emisiones de CO2 hasta en 1.000 millones de toneladas al año. Para conseguirlo, esta hoja de ruta plantea que para 2030 se hayan sustituido, al menos, 300.000 millones de litros de diésel por combustibles con bajo contenido en carbono o con cero emisiones, lo que supondría un ahorro de hasta 320 millones de t. de CO2; para 2040 se prevé la sustitución de, al menos, 450.000 millones de litros de diésel, lo que ahorraría hasta 670 millones de t. de CO2; y para 2050, el reemplazo de, al menos, 600.000 millones de litros de diésel, lo que supondría la emisión de 1.000 millones de t. de CO2 menos.

«Los combustibles alternativos son el elemento que tiene mayor potencial de reducir las emisiones de CO2 en el transporte por carretera, concretamente un 40% para 2050. Pero debemos tener en cuenta todas las alternativas, incluidos los biocombustibles, los ecocombustibles, la electricidad, el GNC, el GNL y el hidrógeno. La electromovilidad es parte de la solución, pero no la solución global porque a día de hoy los camiones eléctricos de larga distancia todavía tienen muchos problemas, como la autonomía, las estaciones de carga, la infraestructura y la disponibilidad de energía», señala Valdivia.