Para descarbonizar los puertos, todos los sectores que interactúan con los puertos deben coordinar sus estrategias. Este es el verdadero desafío: garantizar que la revolución verde suceda de manera coordinada. En este artículo, se analizan 10 vías y métodos para descarbonizar puertos, según el análisis de DNV.
La descarbonización en el Sector marítimo es ya una prioridad
Grandes cruceros, barcos mercantes, trenes, grúas, sistemas de suministro de combustible o en definitiva energías renovables. El puerto en sí es un ecosistema en el que interactúan muchos sectores industriales, como el marítimo, la energía, la logística o el transporte. Actualmente, cada una de estas áreas tiene sus propios objetivos de descarbonización y estrategias para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero. La coyuntura entre ambos, el puerto es visto como un potencial polo de descarbonización y líder en la transición energética.
Vías de descarbonización
- Electrificación de muellen y vehículos del puerto:
La electrificación es, sin duda, uno de los factores clave para descarbonizar la economía. En el contexto de los puertos, las operaciones y procesos basados en electricidad renovable pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la reputación de los agentes portuarios y reducir los costes de mantenimiento, entre otros beneficios.
Nexigen es el plan de electrificación de muelles del Port de Barcelona que contribuirá a reducir el 22% las emisiones de gases de efecto invernadero de sus operaciones y que se completará en 2030.
- Nuevos combustibles:
Una opción que tiene cada vez más relevancia y pasará a formar parte del mix energético del futuro es el gas natural licuado (GNL), las cifras van en sintonía con la tendencia de años anteriores y los objetivos a corto plazo del puerto. De acuerdo con Damià Calvet, presidente del Port de Barcelona, el GNL es parte fundamental de los planes del puerto para lograr su objetivo de cero emisiones: “Trabajamos con la comunidad portuaria y con las navieras impulsando iniciativas como la electrificación de muelles, la generación de energías renovables dentro del territorio portuario y el uso del GNL como combustible de transición para avanzar hacia la implantación de combustibles cero emisiones en el sector portuario y el transporte marítimo”, señala Calvet.
Durante los próximos años, el Sector del Transporte marítimo deberá encontrar la mejor combinación de combustibles y tecnologías para lograr los objetivos de descarbonización. Todo ello nos muestra que, aunque los expertos están de acuerdo en que el transporte marítimo evoluciona hacia combustibles más limpios, no existe el mismo consenso sobre cuál va a ser el mix energético del futuro.
- Electrificación de la industria marina:
El compromiso con el uso de electricidad producida de manera sostenible es una tendencia común y necesaria en la industria de la descarbonización, especialmente en los puertos circundantes. "Las innovaciones en energía eólica y solar, el almacenamiento de energía, la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono, las bombas de calor y la disponibilidad impulsarán la electrificación industrial”, señalan en el estudio de DNV GL. “El precio de la energía eólica y solar”. Este proceso, además de reducir emisiones, también conducirá al uso de electricidad para capturar y almacenar carbono o producir hidrógeno, todo lo cual se puede hacer en los puertos.
- Energía eólica marina:
La conexión de la energía eólica marina a la red es otro desarrollo que puede tener un gran impacto en el sistema energético de los puertos. Sobre todo, en aquellas regiones en las que los vientos soplan con fuerza y frecuencia, como puede ser en el mar del Norte. “La sostenibilidad del transporte no se consigue si detrás no hay un modelo energético sostenible”, señala Sauri. “Así, para lograr una descarbonización real es necesario que la electrificación provenga de fuentes de energía renovable. La eólica va en este sentido: los puertos tienen la ventaja competitiva de que están cerca del mar y pueden aprovechar esta energía, instalando molinos en sus cercanías”.
- Uso del hidrógeno:
“El hidrógeno es totalmente neutro en carbono si se genera con energías renovables, lo que encaja con el objetivo de reducción de emisiones del Port de Barcelona”, señala Ruiz. Este tendría diferentes usos, para alimentar los barcos, para almacenar energía o para generar productos como el amoniaco (NH3) o combustibles sintéticos, por ejemplo.
“En un plazo de unos 10 años deberíamos tener ya un planteamiento de cambio de modelo para abandonar los combustibles fósiles. Al producir hidrógeno verde o importarlo y reservar un espacio para su almacenaje, ganaríamos independencia energética y también se generaría tráfico en el puerto para exportarlo”, explica el técnico de medioambiente.
- Eliminación de plantas basadas en combubstibles fósiles:
La ubicación de las grandes centrales eléctricas proporcionadas por el combustible fósil generalmente está en un puerto grande. Sin embargo, las contribuciones a las emisiones de gases de efecto invernadero eliminan los avances necesarios para reemplazarlos con otras soluciones sostenibles. Este proceso afecta a los puertos de la pérdida de inestabilidad al adoptar energía hasta que haya la posibilidad de aprovechar otros propósitos. Por ejemplo, el hidrógeno verde se acumula o se almacena y se almacena al capturar carbono.
- Nueva regulación marítima y economía circular:
La Unión Europea y la Organización Marítima Internacional son algunos de los organismos que cuentan con marcos regulatorios y políticas encaminadas a favorecer la descarbonización del sector marítimo y los puertos. “Los procesos de descarbonización pueden hacerse por voluntad propia o por la imposición de la regulación”, señala Ruiz. “Actualmente, desde Europa se está apostando por potenciar los temas de descarbonización y habrá cada vez más normativas. Dentro de los puertos, trabajamos para adaptar nuestros objetivos a sus directrices. En Barcelona, por ejemplo, buscamos alcanzar una descarbonización del 50 % en 2030 y del 100 % en 2050”.
Lograr una economía circular es el objetivo final de cualquier organismo o entidad que busque la sostenibilidad. “En una economía circular se alarga la vida útil de los productos y se fomenta que estos estén diseñados para favorecer su reparación, reutilización y reciclaje”, señalan en el estudio de DNV GL. Para los puertos, ecosistemas acotados, esto puede ayudar a afianzar su independencia energética y el aprovechamiento de los materiales. La economía circular se presenta, así, como el objetivo y el resultado final de haber llevado a cabo, correctamente, el largo proceso de descarbonización.
- Captura y almacenamiento de carbono:
Uno de las oportunidades del puerto es usar un altavoz para disparar, almacenar carbono y usarlo. "Una pequeña ciudad como una pequeña ciudad. Pueden usar su contenedor sellado para capturar y almacenar carbono de una manera controlada del contenedor sellado", dijo Sauri. Un ejemplo se publica en el puerto de Amberes. Actualmente, tenemos 2030 emisiones de CO2 (18.65 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero en 2017). El objetivo es usar este carbono como una materia prima para diferentes procesos industriales o exportarlo. País.
