Son muchos los vehículos ya fabricados que deben esperar en las campas a que lleguen las piezas necesarias para que se completen, con el consiguiente perjuicio tanto para el fabricante como para el cliente. Además, esta situación también está provocando una reducción de la capacidad productiva de las fábricas, tensionando aún más el mercado a todos los niveles. Como lamentarse no es la solución, son muchos los implicados que están realizando pruebas para paliar el problema. Una de ellas se basa en el uso de la impresión en 3D. Por ejemplo, los ingenieros del laboratorio de impresión 3D de la planta de Ford en Almussafes (Valencia) llevan más de dos años en este proyecto. El resultado es incipiente, pero prometedor. En este tiempo, han logrado un catálogo de 5.000 piezas susceptibles de ser impresas, aplicables en distintas fases de todo el proceso de producción. Y solo el año pasado, el volumen total de piezas generadas superó las 20.000. Otras ventajas Como explican los responsables de la marca, el proceso es abierto. Es muy sencillo escuchar a los operarios o atender las exigencias de los ingenieros de diseño del vehículo con mayor flexibilidad, porque las nuevas piezas se proyectan virtualmente en un tiempo muchísimo más corto que si se hiciera de la forma tradicional. A esto se suma que “las piezas creadas en este laboratorio 3D son más ligeras, más ergonómicas y reducen (entre un 50% y un 90%) los costes al sustituir, por ejemplo, estructuras de metal fundido por equivalentes hechos a partir de polímeros que conservan resistencia y seguridad ofreciendo, además mejoras considerables. La impresión 3D es, además, sostenible, ya que recicla piezas de plástico del proceso de fabricación que antes se tiraban a la basura convirtiéndolas en filamentos con los que se imprimen piezas y componentes totalmente nuevos”. "Antes solo utilizábamos impresión 3D para prototipos de nuevos lanzamientos. Ahora la hemos integrado en muchas otras áreas, como la creación de repuestos reduciendo drásticamente costes y tiempos de reparación", concluye Carlos Cambralla, coordinador del Laboratorio de Impresión 3D de Ford Almussafes.