La compañía ha adquirido 22 autobuses eléctricos de última generación y cuatro autobuses híbridos para poder llevar a cabo esta iniciativa, y ha desarrollado unas nuevas instalaciones en la zona industrial de Satigny equipadas con la infraestructura de recarga necesaria. El uso de estos vehículos ahorrará la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2 al año, y se estima que, junto a las dos líneas que Alsa operaba ya en la ciudad suiza, harán que la empresa transporte a alrededor de tres millones de pasajeros cada año.
1'5
millones
serán las toneladas de dióxido de carbono que se ahorrarán cada año con esta operación.
"Este contrato ha supuesto un enorme reto y consigue posicionarnos como uno de los principales operadores privados de Ginebra y a la vanguardia en lo que respecta a movilidad sostenible", ha asegurado Miguel Pérez-Juez, director general de Internacional y M&A de Alsa. " Gracias a nuestro excelente equipo local y al know how que estamos adquiriendo en la operación de flotas ZEV en una red tan innovadora como la de TPG, vamos a poder afrontar con garantías nuevos proyectos de crecimiento internacional que tiene la compañía, tanto en Suiza como en países vecinos".
Alsa comenzó a operar en Suiza en el año 2016, y desde entonces ha vivido un importante crecimiento que le permitirá alcanzar los 200 vehículos y 300 empleadores durante 2024. La compañía ha creado un hub de movilidad con un portfolio de servicios de lo más amplio, incluyendo transporte urbano, transfers alpinos, transporte escolar, servicios turísticos y discrecionales, y líneas internacionales dese Suiza hasta España o a otros países europeos.