Apenas unos meses después de su puesta de largo internacional, que tuvo lugar en Busworld el pasado mes de octubre, el vehículo ha pasado dos semanas en España para que algunos clientes ‘de consorcio’ y la prensa tuviéramos oportunidad de conocer sus características un poco más de cerca, así como realizar una pequeña toma de contacto dinámica.
Durante la presentación, Alberto Linares, director comercial de Buses de Scania, repasó los objetivos de descarbonización de la marca, “a los que sin duda contribuirá este vehículo eléctrico”, que fijan la reducción de emisiones de CO2 en un -50% de las operaciones y un 20% de los vehículos vendidos en 2025 respecto a 2015, “cifras de las que ya estamos muy cerca”.
Linares: ‘La oferta de Scania para la electromovilidad es integral’
Esta estrategia se basa en “la mejora de los motores de combustión”, con la llegada de los Super de 13 litros a finales de 2025; la conectividad y la formación de conductores; los vehículos eléctricos de batería; y el uso de energía verde y biocombustibles, ante lo que recordó que “todos nuestros motores ya admiten HVO”.
Sin embargo, esos objetivos de descarbonización “requieren de acuerdos con las Administraciones, las compañías energéticas y los clientes” para que puedan convertirse en realidad.
Finalmente, Linares destacó que “la oferta de Scania es integral, porque además del vehículo eléctrico aportamos los contratos de mantenimiento (que incluyen las baterías), la conectividad, las infraestructuras de recarga, el renting, el seguro y el reciclaje” de los materiales al final de su vida útil.
La carrocería
A Ramón Senlle, responsable de Producto de Castrosua, le correspondió explicar al detalle las prestaciones de la carrocería 75CS, que llega al mercado en versiones de 11,4 metros, 12 y 13, con dos puertas de 1.250 mm, cumpliendo los reglamentos 66.02 antivuelco y 118.03 contra incendios, y “con rueda de 295, muy importante para su circulación en carretera a alta velocidad (hasta 100 km/h), lo que constituye una diferencia sustancial con lo que ofrece el mercado”.
Senlle: ‘Es una apuesta única y diferencial para el operador’
Entre otras características, Senlle destacó “las cámaras que sustituyen a los retrovisores exteriores, la canalización exclusiva del aire para optimizar su eficiencia, la luz indirecta en la zona del pasaje, el descenso del peso total de la estructura, el suelo de composite, el diseño ergonómico de la zona del conductor y el aire acondicionado con bomba de calor”, añadiendo que la mayoría de los componentes pueden ser solicitados de distintos proveedores, a gusto del cliente.
Al respecto del diseño exterior, mencionó “el nuevo parabrisas, las luces full led, el planchado lateral que también reduce el peso total”, la posibilidad de solicitar distintos tipos de butacas (“las de la mitad delantera, con cinturones de tres puntos”) y “la sensación de amplitud en el interior”, concluyendo que “el vehículo es una apuesta única y diferencial para los operadores”.
Más detalles ‘reales’
Y Pedro Cotera, responsable del área de urbanos de Scania, tuvo la responsabilidad de aportar la perspectiva del fabricante sueco sobre el segmento suburbano, “en el que hemos cosechado muy buenos resultados en los últimos años, entregando una media de 200 unidades”, algo que ha sido posible “porque tenemos una oferta que se adapta a las necesidades del operador”. A esto se suma “la amplia experiencia que hemos acumulado en la propulsión eléctrica gracias a nuestros vehículos híbridos”, de los que en 2025 se alcanzará la cifra de 1.000 entregas.
Todo parte del chasis
La base del vehículo es el
desarrollo low entry de Scania
Puso en valor sobre este nuevo vehículo eléctrico de piso bajo que “ha sido específicamente diseñado como Clase II, lo que ya es una ventaja”, proponiendo una gestión energética integral “en la que tenemos el control de fabricación de todos los componentes, con una ingeniería 100% Scania y una fabricación europea, con lo que eso implica en materia de componentes”.
Además, este desarrollo para clientes ‘de Consorcio’ ya nace “ciberseguro, cuenta con gran facilidad de carrozado y baterías NMC de Northvolt, que entregan 104 kWh en apenas 600 kg de peso por cada una” (un pack de cuatro baterías puede alcanzar los 416 kWh y el de cinco, los 520), optimizando además su rendimiento gracias al sistema de gestión de baterías de Scania. A esto se añade el sistema integrado de refrigeración, que atiende tanto a la batería como a la máquina eléctrica y la electrónica de potencia.
Todo esto se combina con un motor eléctrico de 300 kW, que puede transportar hasta 29 toneladas con un par continuo de 3.400 Nm (pico de 5.400), y que se acciona mediante una caja de dos velocidades, una más corta para el tráfico urbano y otra más larga para circular por carretera.
Las pruebas con los clientes demuestran sus buenas prestaciones
Hasta cuatro clientes del Consorcio de Madrid han podido probar el vehículo, “demostrando que es más que óptimo y que tiene unos consumos muy ajustados a nuestras previsiones”, que oscilan entre 0,95 kW en rutas con un 80% de tráfico urbano, hasta los 0,75 kW en el caso de que ese porcentaje vaya disminuyendo.
“Incluso hemos hecho alguna prueba más extrema, con puertos de montaña con pendientes de hasta el 8%, y el consumo ha rondado 1 kW, gracias a su gran capacidad de regeneración en las bajadas”, explicó Cotera, antes de concluir que “es necesario que, además de contar con un Clase II eléctrico, el cliente diseñe su estrategia de recarga: cuándo, cuánto y dónde, para encontrar el mejor equilibrio en su operación”.
