Miguel Ruiz, ingeniero y licenciado en Administración de Empresas, es gerente de EMT Málaga y presidente de la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos (Atuc). A lo largo de su trayectoria profesional, Ruiz ha exhibido un profundo compromiso con el transporte público y la movilidad.
Asimismo, ha dirigido un ambicioso proyecto de reorganización de las líneas de autobús, lo que ha redundado en un mayor uso de este servicio. Al mismo tiempo, EMT de Málaga está considerada como un ejemplo de excelencia, debido a las numerosas innovaciones introducidas, como la incorporación de sistemas inteligentes de transporte (ITS) o el pago por móvil (NFC), una tecnología en la que la empresa malagueña ha sido pionera, destacan desde la misma.
Profundo compromiso con el transporte público y la movilidad
Pregunta: ¿Cuál es la dimensión actual de la empresa, en flota y plantilla?
Respuesta: La EMT es el operador de transporte público de mayor volumen y dimensión de Málaga, responsable de la gestión de los autobuses urbanos de la capital de la Costa del Sol, una de las ciudades de mayor crecimiento y proyección de España. En la actualidad, cuenta con una flota de más de 300 autobuses y una plantilla de 945 personas, récord histórico. En el futuro prevemos seguir creciendo.
P: ¿Qué volumen de viajeros obtuvieron el año pasado? ¿Cuál es la previsión que manejan para 2024?
R: El ejercicio 2023 lo cerramos con una cifra de casi 47 millones de personas transportadas, lo que supone un incremento de más del 18 % con respecto a los datos del año 2022. Para este 2024 aspiramos a acercarnos a la cifra mágica de los 50 millones.
P: Estas cifras ¿cómo se posicionan en relación con los datos prepandemia?
R: Ya en los últimos meses de 2023 superábamos las cifras de 2019 en datos mensuales. En consecuencia, si todo va como pensamos acabaremos 2024 muy por encima de los registros pre-Covid. Esa etapa se ha superado, afortunadamente.
P: Las ZBE que se están implantando en las grandes ciudades, ¿son un problema o una oportunidad de crecer?
R: Desde una perspectiva ambiental, las ZBE son generalmente vistas como una oportunidad para reducir la contaminación del aire y mitigar el cambio climático al promover el uso de vehículos más limpios y formas alternativas de transporte, como caminar, usar la bicicleta y por supuesto, el transporte público.
En resumen, si bien las ZBE pueden plantear desafíos iniciales, como la adaptación a nuevas regulaciones y la inversión en infraestructura, también representan una oportunidad para promover un desarrollo urbano más sostenible, mejorar la salud pública y fomentar la innovación económica en sectores relacionados con la movilidad limpia como es el transporte público.
P: ¿Tiene esperanza en que la Ley de Movilidad Sostenible resuelva los problemas de financiación del transporte urbano?
R: Soy optimista, la Ley de Movilidad Sostenible puede ser una herramienta importante para abordar los problemas de financiación del transporte urbano, ya que tiene como objetivo promover el uso de medios de transporte más sostenibles y eficientes. Esto puede incluir medidas como la promoción del transporte público, la inversión en infraestructuras para bicicletas, el fomento de la movilidad eléctrica, entre otras.
Sin embargo, la efectividad de la ley depende de varios factores, incluyendo la implementación adecuada de sus disposiciones, la asignación adecuada de recursos financieros, la colaboración entre los diferentes actores involucrados y la voluntad política para llevar a cabo los cambios necesarios.
P: ¿Qué opina de la corriente de las ‘ciudades de 15 minutos’?
R: La corriente de las "ciudades de 15 minutos" es una propuesta urbanística que busca crear entornos más sostenibles y habitables al promover la idea de que los residentes puedan satisfacer la mayoría de sus necesidades diarias dentro de un radio de 15 minutos a pie, en bicicleta o en transporte público. Esta idea implica reorganizar el diseño urbano para priorizar la accesibilidad, la proximidad y la diversidad de funciones dentro de los vecindarios.
Personalmente, considero que esta corriente tiene muchos aspectos positivos. Algunos de los beneficios potenciales incluyen la reducción del tráfico y la contaminación, el fomento de la actividad física y la vida comunitaria, así como una mayor eficiencia en el uso de recursos al reducir las necesidades de desplazamiento de larga distancia.
Además, las ciudades de 15 minutos pueden ayudar a promover la equidad social al hacer que los servicios y las oportunidades estén más disponibles para todos los residentes, independientemente de su situación económica o ubicación dentro de la ciudad.
Sin embargo, implementar esta visión requiere una planificación urbana cuidadosa y la cooperación entre los gobiernos locales, los desarrolladores, los residentes y otros actores clave. Además, es importante considerar cómo esta idea se adapta a las necesidades específicas de cada ciudad y comunidad, ya que lo que funciona en un lugar puede no ser aplicable en otro.
