En una reunión clave en Bruselas, 10 países de la Unión Europea
votaron a favor de imponer aranceles provisionales de hasta el 36% a vehículos eléctricos de origen chino, mientras que 12 se abstuvieron y cinco se opusieron. Los aranceles afectarán a fabricantes como BYD, Geely y SAIC, además de aplicar tasas adicionales a otras marcas chinas.
La decisión final
China expresó su firme oposición a la medida, calificándola de proteccionista y advirtiendo de posibles repercusiones comerciales entre ambos bloques, mientras que algunos países de la UE, como Alemania, también mostraron preocupación. La decisión final recaerá sobre la Comisión Europea, que podría hacer definitivos los aranceles en octubre.
El conflicto comercial pone de relieve las tensiones entre las economías más grandes de la UE, con Francia apoyando los aranceles para proteger a la industria local y Alemania buscando evitar una guerra comercial con China.