Garantiza menos emisiones y una alta calida del combustible
El HVO se produce mediante un proceso de hidrotratamiento que transforma residuos lípidos en diésel, sin utilizar recursos fósiles, de modo que no solo permite a los clientes reducir su huella de carbono sin modificar sus operaciones, sino que también garantiza una calidad de combustible conforme a normas establecidas. Y en este sentido, según Roberto San Felipe, director comercial de camiones, preventa y logística de Scania Ibérica, "el compromiso de Scania con la sostenibilidad es firme".
Entre las ventajas del HVO se encuentra su similitud con el diésel tradicional, lo que permite su uso inmediato en vehículos sin necesidad de realizar modificaciones. Además, al utilizar residuos como materia prima, se aborda el problema de la gestión de estos desechos, otorgándoles un nuevo valor. La flexibilidad en su producción también es un punto a favor, ya que el HVO puede ser utilizado puro o mezclado con diésel convencional.
Retos para su expansión
A pesar de los retos, como la disponibilidad de materias primas y el costo más elevado de producción en comparación con el diésel fósil, la creciente infraestructura de repostaje y la economía de escala están ayudando a que el HVO se convierta en una opción viable. Con más de 500 estaciones de servicio en la Península Ibérica, empresas como Repsol están ampliando su red para incluir combustibles renovables, con el objetivo de alcanzar 1.500 estaciones para 2025.
Scania continúa apostando por los biocombustibles, garantizando que todos sus motores pueden operar con HVO en cualquier proporción sin necesidad de modificaciones. Este compromiso, junto con el aumento de puntos de repostaje en España y Europa, hace del HVO una solución real y en crecimiento para un transporte más sostenible.