En los últimos seis años, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha sumado 122.114 nuevos afiliados en España, alcanzando los 3.409.563 autónomos en junio de 2025, según un informe publicado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). El crecimiento, del 3,7% respecto a junio de 2019, presenta sin embargo luces y sombras: mientras nueve comunidades autónomas registran avances, otras ocho, además de Ceuta y Melilla, retroceden.
Tres comunidades acaparan el 90% del crecimiento nacional
La evolución del número de autónomos desde 2019 dibuja un panorama desigual entre regiones. Andalucía lidera el aumento absoluto con 49.697 nuevos afiliados, seguida por Comunidad Valenciana (+30.434) y Madrid (+30.041). Solo estas tres comunidades suman más del 90% del crecimiento nacional. A nivel provincial, destacan Málaga (+21.099), Barcelona (+14.696), Alicante (+14.686) y Valencia (+14.052). En contraste, Asturias (-3.898), Bizkaia (-3.535) y Lugo (-3.373) encabezan la pérdida de afiliados, revelando un fuerte contraste territorial. Además, Canarias (+13,9%) es la comunidad con mayor crecimiento porcentual, impulsada especialmente por el dinamismo en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
El comercio pierde casi 65.000 autónomos y las mujeres lideran el crecimiento
Por sectores, los llamados “tradicionales” presentan una fuerte pérdida de trabajadores por cuenta propia: el comercio se deja 64.724 autónomos, la industria pierde 17.185, la agricultura 12.328 y la hostelería otros 7.768. En cambio, sectores emergentes como las actividades científicas y técnicas (+56.657), la construcción (+33.668) o las actividades sanitarias (+29.659) muestran un notable dinamismo.
Uno de los datos más relevantes es que el 70% del crecimiento del RETA desde 2019 corresponde a mujeres autónomas. De los más de 122.000 nuevos afiliados, 85.350 son mujeres, lo que supone un incremento del 7,3% frente al 1,7% en hombres.
“Málaga y Madrid son los grandes polos de atracción del trabajo autónomo, mientras que el comercio sufre una sangría imparable”, destacó Lorenzo Amor, presidente de ATA. “Necesitamos políticas que equilibren este crecimiento y ayuden a los territorios y sectores que se están quedando atrás.”
El informe alerta así sobre la necesidad de adaptar el apoyo institucional y las políticas públicas a una realidad laboral cambiante, con claros ganadores y perdedores entre regiones, sectores y géneros.