La capital alemana ha sido escenario de la firma de esta declaración de intenciones que junto a Daimler han suscrito los consorcios petrolíferos Shell, Total y OMV, así como las compañías energéticas EnBW y Vattenfall y el fabricante de gases industriales Linde.
Según publica la agencia Efe, el presidente de Daimler, Dieter Zetsche, ha subrayado que los vehículos propulsados por hidrógeno traen consigo "la conducción sin emisiones de CO2 y contaminantes". Además ha señalado que la producción en serie de ese tipo de vehículos sólo tiene sentido si los clientes tienen acceso al hidrógeno en cualquier lugar y momento.
Tras calificar la jornada de histórica, el ministro alemán de Transporte, Wolfgang Tiefensee, ha resaltado que después de un siglo de dominio de los motores de combustión, la declaración suscrita ayer supone el comienzo de una nueva era.
Dos fases
El acuerdo contempla una actuación en dos etapas con un primer paso que supone la duplicación hasta 2011 de los actuales 30 puntos de repostaje de hidrógeno en Alemania. Cuando se compruebe que la operación es un éxito, se continuará en los años siguientes ampliando a mayor velocidad el número de puntos de carga de hidrógeno hasta acabar cubriendo todo el territorio nacional de manera suficiente.
Un día antes, Daimler había suscrito un acuerdo similar con los fabricantes de automóviles Ford, Renault, Honda y Toyota para la producción hasta 2015 de centenares de miles de vehículos con motores de hidrógeno a nivel mundial.