La prueba piloto se ha llevado a cabo en la intersección de las calles Arana y Francia y se extenderá a otros 16 cruces. "Éste es un paso más que damos en la mejora del transporte público, de esta manera conseguiremos una mayor puntualidad en los autobuses y mantener la frecuencia de paso en los 10 minutos que tenemos establecida", según palabras del concejal de Movilidad y Transporte, Joaquín Esteban.
El autobús transmite su posición al SAE (Sistema de Ayuda a la Explotación) periódicamente. Este compara su situación con la teórica y calcula el retraso, y si supera los dos minutos, se realiza una petición de prioridad al GP (Gestor de Prioridad) del centro de Control de Tráfico. El GP puede concederla, condicionándola a aquellas circunstancias que se establezcan, tales como el estado del tráfico o la existencia de otras peticiones simultáneas, entre otras. Si se concede, el sistema semafórico centralizado lo hace saber al cruce afectado, el cual reacciona desencadenando la prioridad.
Gestión simultánea
Este sistema facilita la capacidad de gestionar varias peticiones simultáneas de prioridad, ya que actualmente se reduce a concederlo al autobús que presente mayor retraso. Además, mejora la calidad del transporte público para que resulte más atractiva su utilización de cara a los usuarios, al garantizar la puntualidad. "Queremos que el ciudadano desista de utilizar el vehículo privado, o lo haga en menor medida, sólo así conseguiremos mejorar el medio ambiente, tener una ciudad más limpia de gases y ruidos y más habitable, en definitiva, conseguir una ciudad más saludable para la ciudadanía", ha manifestado Esteban.