Tema obligado del encuentro fue la crisis que padeció y sigue padeciendo el Sector, si bien Wissmann no quiso detenerse en lamentaciones. Por el contrario, destacó la entereza de los fabricantes —tanto alemanes como de otros países, además de la industria auxiliar— que "han plantado cara al huracán que barrió los mercados" de forma "impresionante", haciendo además considerables esfuerzos para mantener su capital humano. El directivo no olvidó mencionar a los fabricantes de remolques, en muchos casos empresas familiares, que se van visto particularmente afectados por la crisis económica, con caídas que rondan el 80%. Pese a ello, enfatizó, "el empleo sólo cayó un 9%". Para este año, la VDA espera subidas cercanas al 12% en este segmento.
Wissmann advirtió que la crisis aún no ha terminado, si bien ya se aprecian signos de recuperación, especialmente en las economías emergentes. Luego de ofrecer un breve repaso de la situación en países como China, EE.UU. o Brasil, el presidente de la VDA se detuvo en Alemania, que ha visto aumentar considerablemente los pedidos en los primeros seis meses del año. "Esperamos que esta tendencia positiva continúe en el segundo semestre", reflexionó Wissmann, pero recordando que "estas cifras están aún muy lejos de los altos niveles alcanzados en 2008".
Ahora, a la actitud de los fabricantes se suma la del gobierno germano, "más constructiva que la de cualquier otro gobierno en Europa", lo que se aprecia, por ejemplo, en temas relacionados con la protección del medio ambiente. A juicio Wissmann, reconociendo la importancia de este asunto, muchas de las exigencias comunitarias son demasiado difíciles de alcanzar, por no decir irreales. "La posición del gobierno federal ayuda significativamente a prevenir los excesos de Bruselas. En este asunto Berlín está en contacto con la realidad", reflexionó.
Cambios realizados, innovaciones de futuro
Durante el encuentro Wissmann expresó su convencimiento de que los camiones pueden manejar el crecimiento esperado para el transporte en los próximos años, si bien para ello será necesario darle más oportunidades a los innovaciones tecnológicas. Por otra parte, abogó por una serie de adaptaciones de pesos y dimensiones, que permitirían a los fabricantes "incrementar la capacidad del transporte de mercancías por carretera con medios relativamente simples. Esto reduciría los kilómetros por vehículo y las emisiones de CO2", agregó.
El tema del CO2, fundamental este año para la IAA, ha sido objeto de grandes esfuerzos por parte de las compañías, recordó Wissmann. "El cliché de los camiones contaminantes es, definitivamente, cosa del pasado", enfatizó, recordando que, en promedio, un camión con Euro V emite un 85% menos emisiones contaminantes que un Euro 0 hace 25 años. En cuanto al tema del aumento del consumo —que, como es sabido, es menor en los vehículos que no cumplen ninguna normativa Euro— ha sido afrontado y exitosamente superado por los fabricantes. "En promedio, un vehículo de 40 toneladas consume sólo 32 litros de combustible cada 100 kilómetros, en vez de los 48 litros que se consumían a fines de los sesenta", enfatizó. "Como podemos ver, los camiones de hoy en día son la forma de transporte más respetuosos con el medio ambiente en muchas rutas y tipos de transporte. Y el público general debería darse cuenta de eso. Los lugares comunes del tipo ‘los camiones, por su propia naturaleza, dañan el medio ambiente, mientras otros modos lo protegen’ no serán tan simples de formular como antes. Queremos que la gente se dé cuenta de que se han hecho cambios aquí", finalizó.
