Según ha informado la empresa, el programa de instalación de catalizadores en 485 autobuses diésel Euro III para pasar a Euro IV "está avanzando a buen ritmo", y supone una reducción del 75% de las emisiones contaminantes en el ambiente. Los responsables de la EMT han asegurado que a finales de este ejercicio, "se habrán instalado catalizadores en 100 vehículos y se prevé que, para 2013, otros 285 autobuses estarán dotados de estos filtros. El plan se completará en 2014 en otros 100 vehículos restantes".
Por otro lado, la EMT ha finalizado el proceso de transformación de cinco autobuses de propulsión a base de etanol en biodiésel, un proyecto "único" en toda Europa junto con otro similar desarrollado en la ciudad de Estocolmo. Además, están en marcha dos proyectos de ingeniería, en colaboración con empresas del Sector, "para desarrollar nuevos sistemas de propulsión o tracción en busca de una gestión más eficiente del servicio y una reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera".
La primera de estas iniciativas se denomina ‘dual-fuel’ y consiste en una adaptación de un motor térmico convencional de gasóleo en otro sistema que permita la utilización simultánea o alternativa de diésel y GNC en dicho motor. Mientras, el otro proyecto ha consistido en instalar el sistema ‘start-stop’ en un vehículo diésel convencional, para alcanzar "un ahorro potencial aproximado de 0,2 l/100 km en el ciclo combinado, algo que equivale a 5 gramos de CO2 por km".
Adiós al Iveco Cityclass
En otro orden de cosas, la EMT ha anunciado el cese del servicio del emblemático modelo Iveco Cityclass, el primer vehículo de piso bajo continuo que entró en la flota de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, en febrero de 1998.
Los últimos vehículos de este modelo estaban asignados al Centro de Operaciones de Carabanchel. Desde allí, han salido las tres últimas unidades operativas a realizar servicios de refuerzo en las líneas 86 (Atocha - Villaverde Alto); 138 (Plaza España - Aluche) y H (Aluche - Somosaguas).