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El consejero delegado del Grupo Opel plantea efectuar un debate abierto sobre la futura normativa de CO2

Opel y el Estado de Hesse son los organizadores de un seminario en el que participan expertos del más alto nivel

miércoles 04 de marzo de 2015, 01:00h
¿La normativa vigente sobre CO2 es realmente la historia de un éxito? ¿Qué impacto tendría en la industria y la economía el seguir empleando restricciones a los límites de emisiones? ¿Cuáles son las alternativas futuras?
Expertos reunidos en Bruselas para el debate sobre la normativa del CO2.
Expertos reunidos en Bruselas para el debate sobre la normativa del CO2.

Los expertos, incluyendo algunos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y del Centro Europeo de Investigación Económica, abordaron todos estos interrogantes en un seminario organizado en Bruselas por Opel y el Ministro de Asuntos Federales y Europeos de Hesse. El consejero delegado del Grupo Opel, Karl-Thomas Neumann, requiere que las futuras normativas de CO2 para la industria de automoción sean revisadas. Para el periodo posterior a 2020, Neumann plantea un sistema basado en límites racionales de consumo de flota y factores adicionales como la integración en el régimen de comercio de derecho de emisiones europeo. "El futuro de los objetivos de CO2 después de 2020 es un tema clave para toda la industria. Opel desea iniciar un amplio e imparcial debate", declaró Neumann.

Dicha decisión está amparada mediante resultados científicos. El prestigioso MIT ha realizado un estudio que analiza las ventajas y desventajas del actual sistema de normativas. Los científicos abordaron el tema desde un punto de vista económico. Los resultados muestran que la normativa vigente, que sólo considera los objetivos de emisiones de coches nuevos, tiene debilidades. Ni es muy efectiva en relación con el efecto climático ni bajo aspectos macroeconómicos.

Representantes del Centro Europeo de Investigación Económica de Mannheim y el profesor Andreas Löschel, de la Universidad de Münster, mostraron posibles alternativas. "El régimen de comercio de emisiones parece una posibilidad especialmente viable. Este régimen de comercio ya se ha aplicado en plantas eléctricas y en industria energética intensiva, ¿por qué no utilizarla en los sectores de transporte y tráfico?", se preguntó Löschel. John Reilly, del MIT, añadió que incluir el régimen de comercio de emisiones en la normativa del CO2 para el sector de tráfico ahorraría a la economía de la UE entre 25.000 y 60.000 millones de euros anuales.

La actual normativa de CO2 para turismos y vehículos comerciales ligeros dentro de la Unión Europea se concentra en el consumo medio de la flota de coches nuevos de cada fabricante en la Unión Europea. Se han fijado los objetivos de 130 gr/km para este año y 95 gr/km para 2021. Debido a que esta normativa sólo toma en consideración la flota de coches nuevos, ignora la mayoría de las actuales emisiones de CO2. Lo mismo puede aplicarse a las presentes prestaciones y forma de conducir. Asimismo, la industria de automoción está siendo tratada de forma más rigurosa que otras. "Necesitamos un contexto más equitativo para la normativa de CO2. Ha llegado el momento de trabajar sobre las condiciones estructurales," manifestó Neumann.