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CALIDAD AMBIENTAL

Agentes implicados con la calidad ambiental de las ciudades adoptan la Declaración de Barcelona

Reconoce el impacto importante que tiene la contaminación atmosférica en la salud de las personas

martes 16 de junio de 2015, 02:00h

Agentes ciudadanos, colectivos sociales, empresas y administraciones implicados en la calidad ambiental han adoptado la Declaración de Barcelona por la calidad del aire, la reducción del ruido y la mejora de la salud en las aglomeraciones urbanas, ha informado TMB. Se trata de un manifiesto que promueve el uso del transporte público.

La Declaración de Barcelona reconoce el impacto importante que tiene la contaminación atmosférica en la salud de las personas.
La Declaración de Barcelona reconoce el impacto importante que tiene la contaminación atmosférica en la salud de las personas.

Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, un amplio grupo de instituciones y organismos internacionales, gobiernos subnacionales y locales, centros de investigación y otros colectivos suscribieron, la semana pasada, un manifiesto que propone reducir la movilidad en vehículo privado contaminante y favorecer el transporte público y la fiscalidad verde para mejorar la calidad de vida en las áreas metropolitanas, ha informado Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) en un comunicado. La declaración es la conclusión del simposio europeo sobre la materia celebrado en la capital catalana.

La Declaración de Barcelona empieza reconociendo el impacto importante que tiene la contaminación atmosférica en la salud de las personas, producida sobre todo, en las grandes ciudades, por la movilidad privada, en especial los vehículos diesel, pero también para las industrias, los puertos, los aeropuertos, el transporte de mercancías por carretera y las viviendas.

Los promotores de la Declaración fueron los departamentos de Territorio y Sostenibilidad y de Salud de la Generalitat, el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y la Red Air europea (Air quality initiative of Regiones), formada por 13 regiones que representan el 22% del PIB y el 18% de la población (unos 88 millones de habitantes). La red incluye muchas de las áreas más densamente pobladas e industrializadas de siete Estados, como las de Milán, Turín, Bolonia, Rotterdam, Amsterdam, Frankfurt, Stuttgart, Colonia, Londres o Barcelona.

Cuatro contaminantes amenazantes

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, entre el 91% y el 93% de la población europea está expuesta a niveles de partículas finas en suspensión superiores a los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, y entre el 95% y el 98% respira niveles de ozono troposférico superiores a los permitidos. En Cataluña, el reto es mejorar la situación en el área de Barcelona en cuatro de los 16 contaminantes evaluados: dióxido de nitrógeno, sulfuro de hidrógeno, ozono troposférico y partículas en suspensión. Estos compuestos químicos han superado en varias ocasiones los límites permitidos.

Aproximadamente la mitad de la contaminación la provoca el transporte terrestre, mientras que la industria en causa el 20%, el transporte marítimo y aéreo otro 20%, y el sector doméstico y la generación de energía el resto.

Transporte público atractivo

Por todo ello, los firmantes del documento afirman que todo el mundo "tiene derecho a respirar un aire de buena calidad" y "vivir en entornos libres de contaminación acústica". Según la declaración, las acciones para mejorar la calidad atmosférica "también son una oportunidad para impulsar la economía con criterios de desarrollo sostenible", como la eficiencia energética y el uso de energías limpias en la movilidad, la industria, los servicios y la vivienda. También se quiere impulsar una oferta de transporte público atractiva y competitiva respecto al vehículo privado y fomentar el transporte activo, a pie o en bicicleta. Igualmente, habría que buscar nuevas formas de financiación para estas políticas a través de la fiscalidad ambiental.

Finalmente, se declara la importancia de la investigación científica y el desarrollo tecnológico en el sector y la potenciación de la información, divulgación, educación y sensibilización de la población. Por todo ello, se hace un llamamiento a desarrollar planes de mejora de la calidad del aire, repensar las ciudades y el territorio para fomentar la movilidad sostenible, basada en el transporte público, la intermodalidad y los desplazamientos a pie y en bicicleta. Para ello, hay que aumentar la frecuencia, accesibilidad, comodidad y precio del transporte público ─i hacerlo con flotas de bajas emissions─ y crear entornos seguros y saludables para los trayectos a pie y en bicicleta.

Plan de calidad del aire de Cataluña

La Generalitat, por su parte, aprobó el pasado septiembre el Plan de actuación para la mejora de la calidad del aire, que se propone 14 objetivos, contiene 46 actuaciones, 32 medidas propuestas a los entes locales y cinco para los municipios de más de 100.000 habitantes, de las cuales tres son obligatorias. Este plan se alargará hasta 2020 y sustituye al del 2007-2010.

Entre las medidas propuestas está la creación de zonas urbanas de atmósfera protegida, por ejemplo en torno a las escuelas, hacer descuentos a los vehículos ecológicos en las zonas azules y verdes de aparcamiento, impulsar el uso de la bicicleta para ir a trabajar , impulsar las flotas públicas de vehículos ecológicos  y los descuentos en los peajes de las autopistas de acceso a Barcelona así como la autorización para circular por los carriles BUS-VAO.

Precisamente, la flota de bus de Autobuses de TMB fue de las primeras en recibir el distintivo de calidad ambiental que acredita el esfuerzo de reconversión realizado por convertirla en la más limpia de Europa. La apuesta por el gas natural comprimido, los filtros y la progresiva electrificación ha ido directamente a disminuir la emisión de los contaminantes que más afectan a la salud de las personas en el área de Barcelona.