Es la primera vez que se establecen objetivos de CO2 para vehículos pesados, por lo que es importante que se refleje la diversidad del mercado de camiones
El presidente de la Junta de Vehículos Comerciales de Acea y CEO de MAN, Joachim Drees, declaró que “el mercado de vehículos pesados es complejo, y los camiones suelen estar hechos a la medida de los pedidos específicos de los clientes o se fabrican a medida para una misión determinada. Como es la primera vez que se establecen objetivos de CO2 para vehículos pesados, es de suma importancia que estén diseñados adecuadamente y reflejen la diversidad del mercado de camiones”.
“La certificación de CO2 de los camiones comenzará en enero de 2019; estos datos formarán una línea de base fiable para los estándares futuros. Pero también significa un corto plazo de entrega bastante desafiante, especialmente teniendo en cuenta que el desarrollo de productos de vehículos pesados para vender en 2025 ya está en marcha”.
Cualquier norma futura de CO2 para vehículos pesados debería enfocarse en todo el vehículo, advierten desde Acea. Establecer objetivos separados para los componentes (como la caja de cambios o el motor) no conducirá a soluciones rentables. Los estándares de CO2 basados en componentes pueden incluso tener un impacto negativo en la reducción neta de CO2 de un vehículo, ya que dichos estándares no reflejan adecuadamente cómo se usan los componentes y cómo funcionan en el mundo real.
Herramienta de cálculo Vecto
A partir de 2019, todos los fabricantes de vehículos pesados de la UE utilizarán la misma herramienta de cálculo (Vecto) para declarar e informar las emisiones de CO2 de una amplia variedad de camiones. Vecto proporcionará un método estandarizado y certificado para medir las emisiones de CO2 y la eficiencia del combustible de las configuraciones completas de camiones y remolques.
“Es importante tener en cuenta el hecho de que Vecto todavía no tiene en cuenta las tecnologías alternativas clave del tren motriz”, comentó Drees. Con esto en mente, los miembros de Acea creen que un nivel de ambición realista sería una reducción del 16% de CO2 entre 2019 y 2030, con un objetivo intermedio del 7% en 2025.