La Asociación de Repartidores de Prensa de la Comunidad de Madrid, organización integrada en Fenadismer, y la empresa distribuidora Dima Distribución Integral, actualmente propiedad del operador logístico Boyacá, siguen sin llegar a un acuerdo en cuanto a la renovación del actual contrato.
Durante los últimos cuatro días, los quioscos de prensa de la Comunidad de Madrid se hayan visto obligados a cerrar sus negocios ante la falta de suministro de la prensa diaria y de algunas revistas semanales
La pretensión de la empresa distribuidora pasa por despedir al 60% de la plantilla actual, esto es, 130 repartidores de prensa, indican desde Fenadismer. Aquellos que continúen trabajando a partir del 1 de septiembre verían rebajados sus ingresos al 60% de lo que actualmente perciben, teniendo en cuenta que en los últimos años ya sufrieron un recorte similar, lo que supuso a la empresa distribuidora un ahorro de más de 100 millones de euros en los últimos siete años.
Esta situación de conflictividad ocasionó que los repartidores de prensa se reunieran en asamblea en las instalaciones de la propia empresa distribuidora situadas en Torrejón de Ardoz (Madrid), lo que conllevó la represalia por parte de la Dirección de la empresa distribuidora de solicitar la intervención policial de los antidisturbios y la imposibilidad de acceder al recinto, situación que se mantiene hasta la fecha, según la Federación.
Consecuencias del conflicto
Ello ha supuesto que durante los últimos cuatro días, los quioscos de prensa de la Comunidad de Madrid se hayan visto obligados a cerrar sus negocios ante la falta de suministro de la prensa diaria y de algunas revistas semanales, que la empresa distribuidora está tratando de paliar “con la contratación ilegal de vehículos particulares para intentar hacer el reparto diario”, afirman desde la Federación.
Desde Fenadismer apelan a la empresa distribuidora a que
reconsidere su “posición radical” y se avenga a mantener una
negociación “responsable y sensata” con la actividad profesional que llevan desarrollando los repartidores de prensa durante los
últimos 30 años.