Abril ha sido un mes complicado para la producción de vehículos en España. A pesar del buen comportamiento registrado en marzo, el cuarto mes del año cerró con una caída del 7,4%, con un total de 193.541 unidades fabricadas. La coincidencia de la Semana Santa y un apagón eléctrico que afectó a toda la península el 28 de abril han reducido los días efectivos de producción, afectando directamente a las cifras del mes.
Una caída esperada, pero aún preocupante
En conjunto, el primer cuatrimestre del año se salda con un descenso del 9,2%, acumulando 784.423 vehículos fabricados hasta abril. Si se eliminan los efectos de calendario comparando marzo y abril de ambos años, la caída se reduce, con apenas 2.000 unidades de diferencia respecto a 2024.
Por tipo de vehículos, los comerciales e industriales han mostrado un comportamiento positivo, creciendo un 45,3% en abril con 42.550 unidades, aunque en el acumulado del año siguen en negativo (-3,2%). Por el contrario, la producción de turismos retrocedió un 15,9% en abril y un 10,6% en el acumulado del año.
Exportaciones a la baja y electrificación en pausa
Las exportaciones también han retrocedido. En abril, salieron al exterior 166.488 vehículos, un 8,5% menos que el mismo mes del año pasado. En lo que va de 2025, se han exportado 673.066 unidades, lo que representa una caída del 11,7%. El 86% de los vehículos fabricados en España se destinan a otros países, principalmente europeos. Alemania, Francia y Turquía lideran el destino de estas exportaciones, seguidos por Italia y Reino Unido.
En cuanto a energías alternativas, uno de cada diez vehículos fabricados en abril fue electrificado (BEV o PHEV), aunque esta categoría cayó un 26,3% respecto a abril de 2024, con 18.618 unidades. En cambio, la producción total de vehículos alternativos (incluyendo híbridos convencionales, GLP y gas natural) aumentó un 31,8%, alcanzando el 37,3% de la producción total. Los híbridos convencionales lideran esta categoría, con más de 50.000 unidades fabricadas en abril.
José López-Tafall, director general de ANFAC, ha señalado que, si bien los efectos del calendario y el apagón explican parte de la caída de abril, la debilidad de la demanda europea es el verdadero desafío. Reclamó medidas ambiciosas tanto para estimular el mercado como para garantizar la competitividad industrial de España, insistiendo en que "no hay cambios radicales sin recursos sólidos ni decisiones valientes".