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Peugeot e-Partner: eléctrico, polivalente y profesional

viernes 25 de marzo de 2022, 07:00h

Cuando uno tiene ocasión de ponerse al volante de un vehículo eléctrico, nunca deja de sorprenderle, al menos a nosotros aún no nos ha pasado, la sensación de que ya esté en marcha. Menos mal que, tras girar la llave, a la palabra 'Ready' en el salpicadero se suma una leve señal acústica.

A partir de ese momento, da comienzo una experiencia de conducción silenciosa, bastante placentera, que abre un nuevo abanico de posibilidades a la distribución urbana de mercancías, sobre todo desde la óptica de la sostenibilidad y de la mejora de las ciudades.

Hablamos de un vehículo 100% eléctrico, de reducidas dimensiones (la unidad probada por NEXOTRANS.com fue la de batalla más corta de las dos que propone Peugeot y, por extensión, todo el grupo Stellantis), pero más que suficiente para albergar hasta 3,9 m3 de volumen de carga (con el asiento del copiloto abatido y que se transforman en 4,4 y hasta 800 kg si optamos por la batalla larga). Y, además, mantiene las prestaciones en este sentido de sus hermanos con motorización térmica, ya que la ubicación de las baterías bajo el suelo no penaliza ni el volumen ni la carga útil.

El habitáculo de los vehículos comerciales es cada vez más similar a los de los turismos de sus respectivas marcas. Y en el caso del e-Partner, no iba a ser menos. El típico volante achatado y de reducidas dimensiones de Peugeot permite una posición al volante muy cómoda y con gran amplitud, a la que debemos añadir la visibilidad del salpicadero i-Cockpit, cuya visión queda por encima del volante. Todo está en su sitio y accesible, especialmente el nuevo sistema de cambio, integrado bajo la consola central (de 10") y de muy fácil accionamiento, que además incorpora el botón Break para optimizar la regeneración de la energía y, a su derecha, el selector del modo de conducción (del que hablaremos un poco más adelante).

También encontramos útil la amplitud de los espacios en las puertas para objetos, los dos compartimentos superiores y la guantera, que como curiosidad abre hacia arriba. Por lo demás, la amplitud es la tónica, incluso en el caso de que, como en nuestra unidad de prueba, se apueste por los tres asientos. Hasta los conductores más altos pueden adoptar una posición agradable de conducción gracias al recorrido de su asiento.

Sensaciones al volante

A la mencionada sorpresa inicial, habría que añadir la facilidad de conducción del e-Partner. Suave en la dirección, ágil en las maniobras (el pequeño volante ayuda) y dócil en la entrega de potencia. Y aquí retomamos el asunto de los tres modos de conducción: Eco, Normal y Power. El primero de ellos, el más utilizado durante nuestro recorrido, quizá se queda un poco corto a la hora de realizar una arrancada brusca por necesidad, porque la selección del modo actúa sobre la configuración del motor. De hecho, si se cambia de Eco a Normal (algo que se puede hacer en marcha sin ningún problema), se nota el 'tirón' del motor, y más aún si después se sube al Power. Eso sí, también se aprecia la diferencia en el indicador de autonomía, que se recalcula de inmediato.

Destaca la correlación entre la autonomía declarada por Peugeot y la real obtenida durante la prueba

Ese modo Eco es fundamental a la hora de cumplir con el rango que propone la marca. En nuestra prueba, el cálculo fue muy ajustado, pues tras haber recorrido 133 km, de los 276 km iniciales de autonomía todavía nos restaban 144 (132 de diferencia). Es cierto que la prueba se realizó sin carga y que la conducción aplicada intentó maximizar la regeneración de energía, pero aún así, la coincidencia de cifras es llamativa, y también de agradecer. No en todos los casos sucede lo mismo.

Fabricado en Vigo, y por tanto 'made in Spain', como se encarga de recordar la marca en cuanto tiene ocasión como valor añadido, el Peugoet e-Partner cuenta con un motor de 100 kw de potencia (136 CV) y un par motor de 260 Nm, que se entrega por completo desde el mismo momento en que se aprieta el acelerador.

Por último, un par de novedades en la gama, como el indicador de sobrecarga, que mide automáticamente el peso del vehículo. Cuando se supera el 90% de la carga total del vehículo, una luz LED blanca se enciende en el mando, que se completa con una alerta en el salpicadero en caso de superarse el límite permitido. A esto se suma el Surround Rear Vision, que muestra el entorno del vehículo en una pantalla situada en el lugar que ocupa el retrovisor interior.