El Circuito del Jarama se está convirtiendo en escenario habitual de muchos eventos relacionados con el transporte. Y la semana pasada fue Volvo Trucks quien volvió a apostar por el trazado madrileño para mostrar a sus clientes y socios carroceros, durante tres días, toda su gama de producto electrificada.
Giovanni Bruno, director general de la marca para España, recibió a los asistentes afirmando que “desde el mes de octubre, los vehículos pesados eléctricos ya están disponibles para pedidos”, sumándose así a los de distribución que llegaron al mercado hace dos años.
Bruno enmarca esta decisión en “la necesidad que tenemos de actuar ya” contra las consecuencias del cambio climático (“Volvo tiene el respeto por el medio ambiente entre sus tres pilares fundamentales desde hace 50 años”), aportando que “la demanda de transporte crecerá un 50% en los próximos 15 años” y que ese proceso de descarbonización se afronta en Volvo intentando reducir las emisiones (tanto de los productos como de las fábricas), aprovechando al máximo y reciclando los materiales, y cuidando de las personas.
Estrategia global
Además del producto, Volvo tiene claro que la oferta debe ser completo,
incluyendo las baterías
Volvo Trucks produce actualmente más de 140.000 camiones al año y se ha fijado como objetivo reducir un 50% sus emisiones de CO2 en 2030, alcanzando la neutralidad en 2040. El director general considera que, para ello, será necesario seguir impulsando la electrificación e incorporar, según las aplicaciones, el hidrógeno para larga distancia (el Grupo ya trabaja para ello de la mano de Daimler), que llegará a su oferta a finales de esta década.
Soluciones sostenibles
“Más del 50% de las operaciones actuales de transporte se pueden realizar con propulsión eléctrica”, afirmó Nuria Álvarez, directora de Electromovilidad de Volvo, antes de recordar que su oferta comprende “desde las 16 hasta las 44 toneladas” y que “todos los modelos que ponemos en el mercado en diésel tienen ya su versión eléctrica”, aunque las unidades específicas para construcción se presentarán el año que viene.
Echando la vista atrás, mencionó que la marca inició sus primeros ‘concepts’ eléctricos en 1995 y que el segmento de camiones se ha beneficiado de todo el desarrollo llevado a cabo para los autobuses urbanos. Creen tanto en el producto, que “incorporamos a cada unidad un contrato de mantenimiento y reparación Gold, incluyendo la cobertura de las baterías ante cualquier circunstancia y asegurando la energía suficiente embarcada durante toda la vida útil del vehículo, para que el cliente no tenga de qué preocuparse”.
Daniel Saiz, director comercial de Camiones, recalcó que “trabajamos de la mano con cada cliente para encontrar la mejor solución en cada caso”, y mencionó como principales razones para hacer la transición al eléctrico, “siempre que la ruta y la operación lo permitan”, el confort de conducción, las nuevas posibilidades de negocio, el cumplimiento de la legislación, el respeto por el medio ambiente y la rentabilidad, ya que “hemos obtenido hasta un 70% de reducción del coste energético en las pruebas reales que hemos realizado con clientes”.
‘Hasta un 70% de reducción del coste energético en las pruebas reales que hemos realizado con clientes’
La productividad y la disponibilidad son las dos palabras clave en las que centró su intervención Jorge Moreno, director de Transport Solutions, haciendo referencia a las múltiples aplicaciones disponibles en Volvo Connect para medir todo lo relacionado con las baterías, el precalentamiento antes de iniciar la jornada de trabajo, la optimización de las recargas de las baterías, el mantenimiento predictivo, la monitorización de más componentes y la conectividad, permitiendo un asesoramiento al conductor en tiempo real de su modo de conducción. “Y es que el conductor incide en el 20% del consumo de la batería, por lo que le acompañamos en todo momento”, concluyó.
Volvo, a través de su financiera de marca, también facilita la adquisición de los camiones eléctricos, eligiendo la modalidad de renting (hasta 84 meses, incluso) y con decisiones innovadoras, como “incluir la aplicación de las ayudas administrativas desde la primera cuota, aunque aún no se hayan recibido”, según explicó Manuel Carrillo, director comercial de Volvo Financial Services.
Producto, al detalle
Carmen Soto, directora de Producto, le correspondió detallar un poco más cada uno de los productos. Las gamas medias, FL y FE, cuentan con uno o dos motores eléctricos y pueden montar desde tres hasta seis baterías, para una potencia máxima de 565 kWh y una autonomía que ronda los 300 km. Admiten carga lenta (a 22 kw) y rápida (a 150), mientras que las gamas pesadas (FM, FMX y FH) están disponibles en configuración tractora o rígido, desde 4x2 hasta 8x4, pueden montar dos o tres motores, hasta seis baterías (diferentes de las de las gamas medias, hasta 540 kWh) y su autonomía se estima en los mismos parámetros: 300 km. En este caso, la carga rápida está permitida a 250 kw, por lo que se alcanza el 80% en 70 minutos.
“Hemos adaptado nuestra transmisión I-Shift a la conducción eléctrica y diseñado una amplia variedad de tomas de fuerza”, mencionó Soto, haciendo referencia también a la combinación de frenos para mejorar el rendimiento (incluyendo una opción automática para recuperar más energía) y el Active Grip Control, un sistema de estabilidad en carreteras deslizantes específico para este tipo de vehículos.
Para finalizar la jornada, que concluyó con una pequeña prueba dinámica de los vehículos por el circuito, Juan Carlos León, director de Ventas de Electromovilidad, explicó la herramienta de simulación con la que trabaja la marca para analizar “la configuración del vehículo, la ruta en la que va a operar (con el máximo detalle), el plan de viaje y los resultados, a fin de que cada cliente tenga la solución que mejor encaje en sus necesidades reales”. A esto se suma la colaboración que mantiene Volvo con fabricantes y constructores de las instalaciones de recarga, así como con los proveedores de energía, para facilitar la transición en todo momento.