La semana pasada dieron comienzo en la mencionada ciudad-estado las pruebas con un total de 50 furgonetas con el neumático sin aire Michelin Uptis.
El producto, que aún es un prototipo, se compone de un conjunto de llanta/neumático a prueba de pinchazos destinado a turismos y furgonetas ligeras, que no lleva aire en su interior, sino que trabaja gracias a una estructura capaz de soportar el vehículo, “asegurando la robustez de la rueda y garantizando el confort y la seguridad durante la conducción”, según el fabricante.
El prototipo comienza sus pruebas reales antes de lo previsto
Michelin Uptis permitirá a DHL “optimizar la productividad de su flota, ya que se eliminan los problemas relacionados con la pérdida de presión de los neumáticos y los pinchazos, reduciendo así la frecuencia de sustitución de los mismos”.
“Como pioneros en logística ecológica, estamos encantados de asociarnos con Michelin para probar sus neumáticos sin aire en nuestros vehículos en Singapur. Esta colaboración supone otro hito para nosotros, ya que nos hemos propuesto hacer más sostenibles nuestras operaciones de última milla y lograr cero emisiones netas de carbono en toda la red de DHL a nivel mundial”, afirma Christopher Ong, director de DHL Express Singapur.
Patentes y tecnología
Por su parte, Bruno De Feraudy, director de actividades OEM del Grupo Michelin, apunta que “Michelin Uptis es el resultado de unas 50 patentes relacionadas con la estructura y los materiales de alta tecnología del neumático, y demuestra la capacidad de innovación de Michelin a favor de una movilidad más segura y sostenible”.
Un largo camino
Son más de
130 años de historia del Grupo, aunque ellos consideran que es solo el principio
La tecnología sin aire es la clave de la visión de Michelin de un neumático totalmente sostenible para 2050. En la actualidad, el 20% de los neumáticos se desechan prematuramente debido a pinchazos y reventones (12%) o al desgaste irregular causado por una presión deficiente (8%), unos datos que sirven de base al fabricante para desarrollar una tecnología sin aire que “podría evitar el desecho prematuro de hasta 200 millones de neumáticos al año en todo el mundo, o un ahorro de dos millones de toneladas de material”.
