Y para tal afirmación, se apoya en las cifras, que a cierre de 2022, indican que “el transporte urbano se situaba un 16% por debajo de la demanda de 2019; el transporte de cercanías, un 7%; los servicios de media distancia en autocar, un 14%; los de larga, un 20%; los regulares de uso especial, un 5%; y los discrecionales y turísticos, que vivieron la caída más grande, un 28% por debajo respecto a 2019”.
Sin embargo, el presidente también reconoce que “los últimos datos ya son mejores gracias a la recuperación paulatina de la movilidad, la eliminación del uso obligatorio de la mascarilla y de las medidas de apoyo del Gobierno al transporte en autobús, con descuentos de hasta un 50% en las líneas regulares, que han supuesto un aumento de viajeros, aunque sigue siendo inferior a los datos de 2019”.
Y esta línea podría continuar dado que “el sector turístico, como hemos podido ver recientemente en Fitur, tiene unas buenas perspectivas para este ejercicio, por lo que los servicios discrecionales podrían recuperar este año gran parte de su actividad”.
‘El Sector acumula una deuda muy importante’
No obstante, Barbadillo recuerda que “el Sector acumula una deuda muy importante. Muchas empresas tuvieron que solicitar créditos ICO para hacer frente a los pagos habituales durante muchos meses de inactividad: ERTES, leasing, suministros y numerosos costes fijos. Unos meses de pandemia donde la actividad llegó a ser cero para algunas empresas por el cierre de colegios, fábricas y todo lo relacionado con la movilidad por ocio”.
Ante esta situación, y “gracias al trabajo asociativo y a la denuncia constante de la situación que atravesaban las empresas, se consiguieron ayudas económicas por vehículo, la ampliación de los ERTES, aplazamientos en los pagos de los créditos COS o descuentos para el gasoil, que se aplicaron también a la población general y que el Sector mantiene en este 2023”.
Descarbonización y digitalización, los grandes retos
A pesar de que la situación no es la mejor, Barbadillo apunta que no es tiempo de quedarse parado, ya que “este Sector se enfrenta a dos grandes retos. La descarbonización se ha convertido en un objetivo prioritario para los gobiernos europeos y la creación de las ZBE (en las ciudades de más de 50.000 habitantes) empuja al Sector de la movilidad a realizar un cambio sustancial. Durante este 2023, las ciudades tendrán que desarrollar su proyecto de ciudad saludable. Los operadores urbanos y metropolitanos, así como todos los servicios de transporte que circulen por la ciudad, tendrán que ser sostenibles”.
‘Trabajamos en un sector económico en alza, que representa la columna vertebral de la nueva movilidad’
Sostenibilidad y digitalización son los “retos a los que se tienen que enfrentar las empresas de transporte de viajeros en su futuro inmediato, pero para ello precisamos de ayudas. Ayudas que no han llegado, como las prometidas por el Gobierno de 15 millones de euros para el reequilibrio de las concesiones del Estado”, a lo que añade que “tampoco se ha habilitado jurídicamente a las CC.AA. para que pudiesen hacerlo en sus contratos, tanto de concesión como de transportes escolares”.
En este contexto, “consideramos necesario que las ayudas al gasoil se amplíen al resto de combustibles que también han visto crecer sus precios”, poniendo como ejemplo “el gas, que ha tenido incrementos muchísimo más elevados que los del gasoil, en concreto un 181% en 2022, provocando una situación muy complicada para muchos operadores que han decidido apostar por esta energía menos contaminante”.
Por eso, estamos en una situación “complicada en la que seguimos solicitando medidas de apoyo y fondos económicos”, confirma el presidente de la Confederación.
‘En breve veremos un catálogo de propuestas para tratar de paliar la falta de conductores’
Y por lo que respecta a los fondos Next Generation para la renovación de flotas y su transición ecológica, Barbadillo identifica “una ausencia de ayudas y de alternativas tecnológicas para las empresas de largo recorrido. Tampoco las ayudas del Kit digital han contribuido a las empresas del Sector a transformarse, ya que han sido muy pequeñas y no estaban dirigidas a lo que realmente necesitan nuestras empresas, que es la modernización en los sistemas de pago, de monitorización, gestión, etc”.
La Ley de Desindexación
A todo esto se añade que la Ley de Desindexación de la Economía, que afecta a los contratos de gestión de servicio público, “no permite actualizar los precios a los costes reales y está poniendo en peligro la prestación de este tipo de servicios en algunas zonas. Galicia lo denunciaba recientemente: el incremento de costes por la subida de los combustibles y los salarios, principalmente, es inasumible para las empresas de autobús si no reciben apoyos o se revisan las tarifas”.
Por ello, la posición de Confebus apunta a que “esta Ley no tendría que afectar al Sector, y debería arbitrarse algún mecanismo que corrija esta situación de desequilibrio para las empresas que cuentan con contratos de gestión de servicio público. A los servicios regulares de autobuses y de transporte escolar de contratación pública, sujetos a la Ley de Desindexación, no se les está permitiendo adaptar sus tarifas a la situación del mercado. Esta Ley se hizo para momentos de estabilidad de precios, situación que nada tiene que ver con el escenario actual”.
Nueva Ley de Movilidad
Otro asunto de máxima actualidad para el transporte es la nueva Ley de Movilidad Sostenible, que para Barbadillo “marca unas directrices generales y establece un modelo de financiación”, aunque lamenta que solo lo haga “para el transporte urbano y metropolitano. Es una lástima que no plantee un modelo de financiación de todo el sistema de movilidad, no solo el de nuestras ciudades, sino que también permita prestar un buen servicio en las zonas rurales o de baja densidad de población”.
Y el último asunto que aborda el presidente de Confebus es la evidente “falta de conductores profesionales, que se agrava en las islas por las dificultades de los conductores para conseguir vivienda. Durante el Covid, muchos conductores del Sector se fueron al transporte de mercancías y ahora es difícil recuperarlos”, aunque también destaca que “el problema afecta también al segmento de mercancías”, ante lo que “las principales Asociaciones están trabajando muy seriamente en colaboración con el Gobierno. En breve veremos un catálogo de propuestas para tratar de paliar esta situación”.
