El índice europeo de tarifas de flete por carretera en Europa ha vuelto a caer. Tras la bajada experimentada en el último trimestre del año pasado, el primer trimestre de 2023 ha visto como las tarifas al contado han experimentado una nuevo descenso, que en esta ocasión ha sido de 7,5 puntos para situarse en los 132,5 al acumular dos caídas consecutivas por primera vez desde 2020. Por su parte, las tarifas de los contratos han descendido 2,8 puntos, lo que en su caso supone su primera caída en los últimos seis trimestres, aunque se mantiene 10,7 puntos por encima de su situación hace un año.
Este descenso es consecuencia de la caída de la demanda
"Aunque es habitual que las tarifas del transporte desciendan durante el primer trimestre, la caída de este año nos ha afectado con más fuerza de lo que es habitual" aseguró Thomas Larrieu, consejero de Upply. "El mercado parece estar reajustándose tras experimentar una fuerte subida en 2022, pero no está claro hasta dónde llegará. Dudo que lleguemos a los niveles previos a la pandemia, sobre todo teniendo en cuenta que la falta de capacidad sigue siendo un problema".
7,5
puntos
Es la caída que han sufrido las tasas al contado en el primer trimestre de este año.
La mayor caída de las tarifas al contado se debe al descenso de la demanda de las economías europeas, que siguen reflejando el peso de la continua inflación. Por ejemplo, el consumo medio ha caído un 6% en Alemania, un 3,9% en Francia y un 4,3% en el Reino Unido con respecto al primer trimestre del año pasado, lo que podría seguir generando caídas en las tarifas de transporte si la demanda sigue sin recuperarse.
La escasez de conductores sigue siendo un problema
"El estancamiento de la demanda que vivimos en el último trimestre de 2022 se ha mantenido en 2023" afirmó Vincent Erard, director de estrategia y desarrollo de IRU. "Esto ha disimulado la situación de escasez de conductores, pero el problema a largo plazo sigue estando ahí. La tasa de conductores jóvenes sigue siendo muy baja, y cualquier repunte en la demanda potenciará este problema y limitará el crecimiento económico".
La creciente escasez de conductores está trayendo consigo problemas en la capacidad, mientras que, pese a que el precio del combustible ha caído desde que llegara a su máximo en 2022, sigue muy por encima de sus niveles de 2021. La crisis del coste de la vida en todo el continente también está incrementando las demandas salariales en 2023, lo que se traduce en un aumento de los costes laborales que probablemente genere nuevas caídas de las tarifas de flete por el continuo descenso de la demanda. No obstante, la magnitud y el alcance de estas caídas se verán limitados por la presión de la oferta, que ha creado una base de costes más elevada que impedirá que los fletes alcancen mínimos históricos.